¿Cómo sienta colgarse una medalla en unos Juegos Olím- picos?

Es una auténtica pasada. Ahora mismo estoy reventado de la competición de ayer -por el viernes-. El sorteo que tenía era muy complicado pero gracias al trabajo de los últimos meses y a la confianza en uno mismo he podido estar al mejor nivel.

Ha sido una primera experiencia olímpica casi inmejo- rable...

Por supuesto. Había muchas dudas al inicio del torneo. Los nervios te pueden jugar una mala pasada y aquí no hay vuelta atrás. Mis cruces eran bastante difíciles, pero di la sorpresa en el primer combate y fui encarando la competición cada vez con más fuerza.

Tuvo un gran arranque de competición. ¿Confiaba en llegar a la final?

Antes de llegar a Londres pensaba ya en aspirar a todo lo que se me pusiera por delante. Eso sí, llegar a la final es algo que veía muy de lejos, pero lo cierto es que nunca pensé que fuera una meta del todo imposible.

Si repasa la gran final del campeonato, ¿qué cree que le faltó para llevarse el oro?

Diez segundos más de combate. Él tenía una sanción, si hubiera conseguido provocar otra habría logrado el empate. Por otro lado, en mi parte del cuadro estaba la élite de la categoría (-80 kilogramos). Mi rival prácticamente se paseó durante la competición y llegó muy cómodo hasta la final. Sinceramente lo noté mucho más fresco que yo en el combate.

¿Se queda con ganas de más?

Por lo general no, pero es cierto que con todo lo que he trabajado y los grandísimos rivales a los que gané sí que piensas en el oro. No obstante, si lo analizas con calma y fríamente, tanto lo que he conseguido yo como lo que han logrado mis compañeros de disciplina Brigitte Yagüe y Joel González es algo alucinante. Somos tres en la selección y los tres nos hemos traído una medalla. Será muy complicado que se vuelva a repetir.

En la competición y sobre todo en la final tuvo molestias en la rodilla. ¿Cómo se encuentra ahora mismo?

Un poco fastidiado, la verdad. Estoy a la espera para hacerme una resonancia y ver que no tengo el menisco afectado. Los golpes pasan factura, pero esto son gajes del oficio. Cuando pase por el médico y me diagnostique todo será mucho más concreto.

Llegará pronto a Gran Canaria. ¿Tiene ganas de pisar la Isla y poder respirar?

Ahora es tiempo de desconectar y descansar con los tuyos. Estaré en casa un par de semanas para olvidar la alta competición antes de volver al Centro de Alto Rendimiento de Madrid y meterme de lleno en la preparación del Campeonato del Mundo, que se celebrará en primavera. Ése es mi siguiente gran reto.

Acarició el oro y se lleva una plata histórica para Canarias, la primera medalla lograda fuera del agua. ¿Es consciente del hito que ha conseguido?

La verdad es que aún no. Supongo que cuando llegue a Gran Canaria y con el paso del tiempo me daré cuenta de lo que ha supuesto. Ayer me llamaron muchos amigos y me comentaron que la Isla estaba pendiente de la progresión en el torneo olímpico. La verdad es que eso es algo muy grande, por lo que necesitaré algo de tiempo para asimilarlo. Además no únicamente por mí, sino también por Thaïs Henríquez, que también se colgó un bronce el mismo día y logró otra medalla para el archipiélago. Era nuestra hora.

¿Cree que los éxitos del taekwondo español en Londres 2012 realzarán este arte marcial?

Sí, porque llevábamos mucho tiempo diciendo que el taekwondo español tenía un gran nivel. Lo único que nos faltaba era conseguir dar el gran paso de arrancar alguna medalla en los Juegos Olímpicos. Los petos electrónicos han ayudado bastante a que las competiciones mejoren y sean más equitativas. Ahora ya no es sólo la visión del árbitro lo que cuenta. Esperemos que tenga una buena repercusión a nivel nacional y no se olvide. Ya ayer hubo gente que me preguntó dónde podía apuntar a sus hijos para que se iniciaran en este deporte. Ése, para mí, es el gran premio.

¿Piensa ya en los próximos Juegos de Río de Janeiro, en 2016?

Sí, pero tengo que ir paso a paso. Lo primero es disfrutar del momento y centrarnos en el mundial. El taekwondo es muy exigente y las clasificaciones varían con mucha facilidad. Por ejemplo, Rosanna Simón, que estuvo en Pekín, no pudo llegar hasta Londres. Hay que trabajar cada día como si no hubiésemos logrado nada.

Últimos días de estancia en la Villa Olímpica, ¿qué tal la convivencia con los atletas en las instalaciones?

La verdad es que todo está muy bien en Londres. Estamos en Europa y eso se nota, porque muchas delegaciones ya han vuelto a casa. Es una gran experiencia y estoy tratando de disfrutar mucho con la compañía de la delegación española. Por ejemplo, me he fotografiado con Pau Gasol y Rudy Fernández. Está muy guapo poder vivir con deportistas de ese nivel. Este sábado toca celebrar un poco más la medalla de plata por aquí y ya el domingo toca disfrutar al máximo de la clausura de estos Juegos en el Estadio Olímpico.