Casi cuatro años después se repite la escena. Thaïs Henríquez (Las Palmas de Gran Canaria, 1982) repitió éxito en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y consiguió colgarse una medalla de bronce al cuello con la selección española de natación sincronizada.

En la terminal del aeropuerto su familia esperaba la llegada de la nadadora del CN Metropole. Pasadas las 20.15 horas, las puertas de salida se abrían y con la entrada de Thaïs relució el bronce. Un espontáneo aplauso y francas felicitaciones de los transeúntes de la terminal del aeropuerto de Gran Canaria iluminaron la sonrisa de Thaïs Henríquez. Con ella los abrazos y besos de sus padres y hermanas, incluso lametones de su perro, recibieron a la doble medallista olímpica grancanaria.

Esta presea conquistada en Londres y sumada a la plata de Pekín ratifica a la danzarina grancanaria como la deportista olímpica canaria más laureada de todos los tiempos. Su doblete de metales sólo puede ser comparado en número con los dos oros del regatista Luis Doreste en Los Ángeles 84 y Barcelona 92. Todo un hito también en el deporte femenino canario.

"No me había planteado ser leyenda, lo que sí puedo decir es que me siento muy afortunada por haber conseguido este gran objetivo. Ojalá logre traer muchas más medallas hasta casa, porque para mí es un gran honor entrar en la historia de Canarias", manifestó Henríquez pocos minutos después de aterrizar en tierra grancanaria procedente de Barcelona, donde durante meses ha trabajado a destajo para volver a sorprender en el agua junto a sus compañeras e intentar luchar contra la hegemonía rusa y el ascenso meteórico de las jóvenes promesas chinas.

A la dura competencia que las principales potencias mundiales de la natación sincronizada ofrecieron, se le sumaba la dificultad de confeccionar un equipo casi renovado en su totalidad que pudiera mantener el nivel ofrecido hace cuatro años en la cita asiática.

Sin la también grancanaria Paola Tirados y el gran buque insignia de la sincro española, Gemma Mengual, entre otras, se antojaba una tarea complicada seguir en la élite. No obstante, la aparición de nuevos talentos como Ona Carbonell, Clara Basiana, Paula Klamburg, Irene Montrucchio y Laia Pons han hecho posible que las sirenas hayan vuelto a saborear el podio.

"Nuestro equipo se había renovado casi al 80 por ciento con respecto a la última cita olímpica. Japón, por ejemplo, logró llegar al podio en Atenas, en Pekín no logró medalla y para Londres casi no se clasifica. Además, no sólo no hemos pasado desapercibidas, sino que nos hemos logrado mantener en el podio", destacó Thaïs.

A pesar de la gran alegría de Londres y de su magnífica actuación en el Europeo de Eindhoven, donde logró dos oros, este año 2012 no ha sido fácil para la nadadora del CN Metropole. Durante todo el curso se han intensificado unos dolores de espalda que ya arrastraba los últimos años dada su estatura combinada con los ejercicios que debe realizar en el agua. Estas molestias se materializaron en una hernia discal de la que será intervenida el próximo octubre, justo cuando cumpla 30 años.

Quizás por estas razones para Thaïs Henríquez esta medalla de bronce recién lograda "sabe me-jor que la plata de Pekín, porque era un reto mucho más difícil de alcanzar".

Y es que aún quedan cuatro largos años para llegar hasta Río de Janeiro y es por esto por lo que la grancanaria más olímpica busca ahora disfrutar de estos Juegos, ya que "en su día mi objetivo fue estar en Pekín, y después en Londres, pero primero está mi salud, y si mi cabeza quiere seguir y mi cuerpo también, ¿por qué no?", reflejó.

Felicidad en su rostro, la alegría resumida en una sonrisa y en los ojos orgullosos de sus padres y hermanas, que recibieron a la mejor olímpica canaria de la historia. Una estampa que con trabajo y suerte seguro volverán a vivir.