Honduras, como hace cuatro años en Londres, repitió la hazaña de clasificarse para los cuartos de final de una cita olímpica al empatar 1-1 con Argentina, que necesitaba ganar para quedarse con la plaza y evitar el fracaso de volver prematuramente a casa.

El penalti ejecutado por Antony Lozano a los 75 minutos selló una suerte que coqueteó con ambas selecciones, pues los hondureños pudieron irse adelante en el cuarto minuto anexado al primer tiempo pero el portero Gerónimo Trulli enmendó el error de haber cometido la falta al detener el lanzamiento del capitán Bryan Acosta.

Mauricio Martínez igualó en el minuto 93 al aprovecharse de un tiro libre que desvió en defensores hondureños, pero los tres minutos que restaban al partidos fueron ya insuficientes para pensar en la remontada.

Como Honduras, Argentina tuvo un penalti a los 55 minutos que el jugador del Atlético de Madrid Ángel Correa estrelló en la base del vertical izquierdo del guardameta hondureño Luis López.

Argentina avasallaba a un rival hecho para resistir y contraatacar. Y precisamente en una descolgada de Alberth Elis por la derecha el central Lautaro Gianetti no tuvo más recurso que derribarlo y recibir la amonestación del árbitro central, el español Antonio Miguel Mateu Lahoz.

Esta vez Antony Lozano tomó el balón y venció a Rulli para poner la vida de Argentina patas arriba.

Argentina, que se había colgado la medalla de oro en Atenas 2004 y Pekín 2008, no fue ni sombra de aquellas otras albicelestes que metían miedo a los rivales. "Ya nadie gana con la camiseta", había advertido el entrenador Pinto.