Una de las preguntas que más veces se repite en las horas previas al comienzo de unos Juegos Olímpicos tiene que ver con el número de medallas que se traerá a casa la delegación española. Las ausencias sensibles de Rafa Nadal y Carolina Marín -ambos fueron podio en Río- han rebajado la euforia y también las previsiones más optimistas. Pero la familia olímpica que capitanean ahora otros líderes (Craviotto y Mireia Belmonte fueron elegidos abanderados) cuenta con más de una treintena de posibilidades de metal. Nunca cuajan todas, hay veces que ni la mitad. Pero en casi todas las quinielas se pronostica una colecta muy próxima a la veintena. Y nadie descarta superar las 22, la mágica cifra de Barcelona 92.

Las primeras opciones

Como ya es tradición, la representación ciclista será el primer gran foco de atención después de la ceremonia de apertura. Los Valverde y compañía aspiran a emular a Samuel Sánchez, que permitió inaugurar la cosecha de metales desde el primer día en los también asiáticos Juegos de Pekín 2008. Además, este sábado habrá que estar atentos a Fran Garrigós y Julia Figueroa en judo; y muy cerca, en la sede del taekwondo, ojo a dos opciones tan reales como representan Adrián Vicente y Adriana Cerezo. Llegan con mucha fuerza.

El domingo estaremos pegados por segundo día consecutivo al tatami. En judo pujarán por los metales Ana Isabel Pérez y Alberto Gaitero; y en taekwondo aspira a alcanzar las rondas finales Javier Pérez Polo, con un cuadro teóricamente asequible. Para entonces ya habrá comenzado su camino al oro la selección española de baloncesto, que tendrá como primer escollo a la anfitriona Japón. El lunes llega el triatlón, con Mola, Alarza y Gómez Noya como principales estiletes. Y no habrá que perder de vista a otro judoca, este con la etiqueta de tapado como Raúl Martínez; y a Elosegui en piragüismo (C1).

El martes, Maialen 

Será un gran día si Maialen Chorraut reproduce sus inmejorables sensaciones de los dos Juegos anteriores, en los que logró encaramarse al tercer escalón del podio en Londres y al primero en Río. También lo será si además acompaña Hugo González desde la piscina. El español que logró dos medallas en una hora -en los últimos Europeos de mayo- busca dar la campanada cuando en su Palma natal será aún de madrugada. No obstante, sus mejores cartas las jugará el viernes en los 200 estilos. El miércoles es el día marcado en rojo por Niko Sherazadishvili, a quien los especialistas consideran el más firme aspirante a medalla en la notable representación de judocas con la que concurre España a los Juegos. Además, plato fuerte en fútbol con el España-Argentina de Saitama. El jueves, los focos apuntarán al foso de tiro olímpico, donde Fátima Gálvez ha acreditado sobrados motivos para comparecer favorita a los metales; y a las pistas de tenis, con las rondas finales abriéndose paso en el vertiginoso calendario olímpico. Para entonces, la delegación española habrá podido sumar otro metal si cumplen las chicas del remo.

Las estrellas

El segundo fin de semana será el de los grandes 'flashes' para algunas de las más rutilantes figuras de la delegación española. Compite la abanderada Mireia Belmonte el sábado (aunque no sea en su prueba fetiche), lo hará el relevo mixto en triatlón (con opciones reales de diploma olímpico) y también el mixto del foso; y el domingo llegan los cuartos de final de hockey masculino y femenino. Además, el número uno del golf planetario Jon Rahm podría coronar su camino al podio en golf, Ray Zapata buscará desquitarse de su agria actuación en Río opositando a medalla en Tokio y Ana Peleteiro sueña con dar un triple salto al podio desde su disciplina talismán, que celebra su final en horario premium.

La vela, el gran cofre 

La vela española se propone volver a ser en Japón el gran cofre de medallas para la delegación nacional (19 en total desde Montreal 1976) y recuperar el camino de los podios, que se le han resistido tan solo en dos ocasiones olímpicas de este siglo, en Sidney 2000 y hace cinco años en Río. El director del equipo español, Santi López Vázquez, cree que no sería una locura hablar de cuatro podios al alcance de la mano. Pero el cálculo es todavía más optimista desde el seno de la familia olímpica, donde algunos de sus componentes incluso ven seis opciones claras.

Superjueves 

Siempre hay un día imán para las medallas. Y esta vez podría ser perfectamente el último jueves de Juegos. Coincidirá el concurso de la favorita Sandra Sánchez en kárate con una jornada propicia para nuestro ciclismo en pista, una posible final para el púgil José Quiles, un doble trayecto en piragua hacia los puestos de honor (K2 1000 metros y K1 200) y la carrera por el podio del ya medallista Orlando Ortega en el Estadio Olímpico. En atletismo, nuestros marchadores podrían optar al podio si fallan los grandes favoritos, que son chinos y japoneses.

La gran traca final 

Antes de la clausura, España apurará sus últimas opciones de metal en los deportes de equipo, donde se ha confirmado como una superpotencia. Fútbol, baloncesto, waterpolo... Y además, Damián Quintero tendrá su día de gloria si le sale el concurso previsto en kárate; la última gran revelación del atletismo español corre 5.000 metros y puede inscribir en una medalla olímpica cuál es su nombre (Mohamed Katir) y compite Saúl Craviotto en busca de la leyenda David Cal, al que puede igualar como el deportista español más laureado en la historia de los Juegos. Y habrá más opciones en sincronizada, ciclismo en pista y boxeo antes de que la capital japonesa dé el relevo a la europea París en una clausura donde faltará el público y será hora para hacer balance. También para España, que sueña con llegar al último día hasta arriba de medallas.