España se ha plantado en los JJOO de Tokio como el cuarto país con más representación en los deportes de equipo con 9 selecciones, solo por detrás de Australia (11), Estados Unidos (10), y Japón, que como anfitriona hace pleno. La suerte en el medallero puede estar ligada al éxito de los deportes colectivos, y ahí sin duda que muchas esperanzas están puestas en la piscina, en un waterpolo que lleva años siendo una garantía.

Tanto en categoría masculina como femenina, España no se ha bajado del podio en las tres últimas competiciones internacionales. Ambos combinados fueron subcampeones en el Mundial de Corea del 2019, y tocaron metal en los Europeos del 2018 y sobre todo del 2020, donde las de Miki Oca se colgaron el oro y los de David Martín la plata. En ambos casos España se planta en Tokio con un bloque ya consolidado pero al que se han añadido gotas de juventud que prometen grandes alegrías.

Con todas las balcánicas

El aplazamiento de los JJOO por la pandemia ha propiciado que estos se disputen justo 25 años después de que la selección española tocara el cielo con el oro en Atlanta-96 liderada por Manel Estiarte. Qué mejor momento para volver al menos a un podio olímpico que ha sido esquivo en las últimas cinco citas. "Estamos preparados y venimos a luchar por medalla. El partido importante es el de cuartos, el que te va a hacer competir por ganar", avisa Alberto Munarriz.

Bien sabe el jugador navarro, que ya estuvo en Río-2016, que ese cruce es clave. En él se ha dejado España las opciones de medalla en los últimos cuatro JJOO, siempre cayendo ante selecciones balcánicas. Todas ellas (Serbia, Croacia y Montenegro) han quedado encuadradas esta vez en el grupo de España, en el que también figuran Australia Kazajistán. Los cuatro mejores pasarán a cuartos.

"Desde hace unos años el equipo ha tenido un cambio en cuanto a mentalidad. Hemos conseguido competir con todas esas potencias", celebra Munarriz, uno de los 10 jugadores del Atlètic Barceloneta que casi copa la convocatoria de Martín. Y habría que sumar a Unai Aguirre, de 19 años, que el año que viene jugará en el conjunto marinero. El joven portero es una de las novedades en una lista que lidera otro guardameta, Dani López Pinedo, de 41. Veintidós primaveras separan a ambos. Felipe Perrone y Blai Mallarach son otros resistentes de la generación de los 80.

"Todos queremos el oro olímpico, esa es la idea. Hay un grupo de 6 o 7 selecciones con opción de medalla. Si damos nuestro mejor nivel, tendremos posibilidades", analiza David Martín, que no ve fácil la primera fase, que arrancan este domingo (11.20 horas). "Primero nos toca Serbia, el más experimentado, el campéon olímpico. Pero luego Montenegro... Todos los partidos serán una auténtica batalla". Incluido el duelo contra la Croacia del barcelonés Xavi García.

Las 'Guerreras del Agua', por su parte, también sueñan con el que que sería su primer oro olímpico. En el 2012, en la primera ocasión en que el programa olímpico incluyó el waterpolo femenino (el masculino entró en 1920), las chicas de Miki Oca ya se colgaron la plata y en Londres solo pudieron ser quintas. El olímpico es el único oro que le falta a un grupo (a las jugadoras, porque Oca sí lo conquistó en Atlanta) que llega como vigente campeón de Europa y subcampeón del mundo.

Espectacular puesta de largo

"Empezamos de cero, lo que hemos hecho atrás no cuenta para nada. ¿Presión? La hay para todos, todos quieren ganar", desgrana el entrenador, renovado como David Martín hasta el 2024. El técnico madrileño ha contado con el mismo bloque de las últimas citas más la incorporación de la joven Elena Ruiz, de solo 16 años, y que este sábado, con cinco goles, ha sido la más destacada en la aplastante victoria sobre Sudáfrica (29-4) con la que España ha iniciado su andadura. Canadá, Australia y Países Bajos completan un grupo del que solo uno se quedará fuera de los cuartos.

La portera Laura Ester, presente en todos los éxitos españoles desde el Mundial de Málaga del 2008, lidera una selección en la que no faltan referentes: Anna Espar, Pili Peña, Bea Ortiz, Roser Tarragó, Maica García... La boya del CN Sabadell (la única que se ha quedado sin marcar ante Sudáfrica) tiene claro que el gran favorito es Estados Unidos. "Llevan dos años encerradas en su país preparando los Juegos, mientras nosotras tenemos compromisos con los clubs. Ese año de preparación es una ventaja", analiza, aunque no da nada por imposible: "Se nota la diferencia al jugar contra ellas, pero todos pueden tener partidos malos. Y nosotras también muy buenos. Por supuesto que se les puede vencer. Yo les he ganado una vez, en el 2013, y nos llevamos el oro mundial".