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Tenis

Carla Suárez, el corazón de Tokio

La tenista grancanaria se despide de los Juegos Olímpicos tras perder su partido de dobles en octavos de final junto a Garbiñe Muguruza | La pareja dispuso de una bola de partido para ganar

Garbiñe Muguruza se choca la mano con Carla Suárez, ayer, durante el partido de octavos de final del torneo olímpico de dobles en Tokio 2020. | | COE

«Garbiñe no llores porque al final lloramos todos». La frase se la dejó Antonio Arenas, periodista de Eurosport, mientras Carla Suárez se acercaba al micrófono en la zona mixta del Ariake Tennis Park de Tokio. Los ojos de Muguruza estaban ya rojos, encendidos por la rabia y la pena, como cuando reventó la raqueta contra el suelo en el momento en que se les fue el partido en el super tie-break frente a la pareja suiza formada por Viktorija Golubic y Belinda Bencic (3-6, 6-1 y 11-9). Y es que ahí se disolvía una pareja que tenía en Tokio su última cita, su último baile.

Mientras, Carla Suárez intentaba aguantar el tipo delante del micrófono. Respiró y se rompió por un momento para recobrar el aliento y las palabras. Era el fin de su carrera olímpica, una travesía que la ha llevado a los cuatro últimos Juegos: Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020. Estar en Japón ya era toda una medalla para la grancanaria, que tumbó a un linfoma de Hodgkin que le fue diagnosticado hace menos de un año. A finales de abril anunció que estaba curada y que estaba preparada para cerrar su carrera, algo que tenía previsto para 2020, sobre las pistas.

«A ver... Son muchas emociones. Lo he pasado muy mal y ella lo sabe. Teníamos muchas ganas de hacerlo bien. Hemos estado muchos años jugando juntas y ha sido nuestro último partido. Es una pena que acabe así, en esta ronda... Entiendo como puede sentirse ella porque ha hecho un gran esfuerzo, ha jugado un partido antes de este y le estaré eternamente agradecida. Lo he compartido todo con ella y le agradezco todo estos esfuerzo», decía la tenista grancanaria entre sollozos a Eurosport.

Un arranque prometedor

Las suizas Bencic y Golubic le levantaron un partido a la pareja Suárez-Muguruza que llegaron a tener con un punto de partido que traía el billete a cuartos de final. En el primer set, las españolas arrasaron. En 38 minutos firmaron el 6-3 con un absoluto control del partido. Las cosas se complicaron ya en el segundo asalto, cuando Muguruza y Suárez perdieron el primer servicio. Aquello espoleó a Bencic, que elevó su nivel para trastocar el día y cambiar el rumbo del partido. Con el 6-1, todo se jugaba al super tie break. Ahí la victoria se escapó con el 9-8. Golubic no falló en el servicio y el partido se lió.

Tras su derrota frente a Karolina Pliskova en el cuadro individual, a Carla Suárez solo le quedaba el dobles con Garbiñe Muguruza. Por el camino dejó una victoria de mérito ante la tunecina Ons Jabeur, cuartafinalista en Wimbledon este mismo año. El podio en dobles era un sueño. Un anhelo recíproco. «Teníamos mucha ilusión por este dobles. Llevábamos mucho tiempo hablando de él sin saber si tendríamos la opción y es un regalo estar aquí. Sabemos que es posiblemente el último torneo que vamos a jugar juntas, así que vamos a ir a tope», decía Muguruza hace solo unos días.

Un cristal roto para una pareja que ha ganado tres torneos de la WTA juntas y que contaba con muchas horas de vuelo hasta ayer. « Lo nuestro va mucho más allá del tenis, es una amistad, son muchos años juntas. Teníamos mucha ilusión. Son sueños que teníamos en mente y no lo pudimos conseguir. No vamos a tener más oportunidades y ha sido la última. Es duro despedirse así, sobre todo de una manera como esta», seguía Suárez mientras aguantaba la emoción.

La medalla era el final de una historia a la que no le hace falta una presea para tener un final feliz: Carla Suárez quería estar en Tokio y ha estado. «Evidentemente me intento quedar con los momentos buenos, hemos vivido el alto nivel, con las mejores del mundo. Hemos estado entre las mejores juntas y nos ha faltado llevar una medalla a España. Solo puedo agradecerle a Garbiñe todo por el esfuerzo que ha hecho porque ha sido enorme», sentenció Carla Suárez.

El adiós de Osaka

Antes de caer en el dobles, Garbiñe Muguruza derrotó (6-4 y 6-1) a la belga Alison van Uytvanck para pasar a cuartos, al igual que Paula Badosa, que hizo lo propio (6-2 y 6-3) con la argentina Nadia Podoroska. Todo en una jornada de tenis donde Naomi Osaka, encargada de encender el pebetero, quedó eliminada en octavos de final d, tras perder ante la checa Marketa Vondrousova por 6-1 y 6-4.

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