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Juegos Paralímpicos

La abanderada Michelle Alonso pasa a la historia

La tinerfeña, segunda canaria en portar el paño español en una ceremonia olímpica

Michelle Alonso porta la bandera española durante la ceremonia de apertura de ayer de los Juegos Paralímpicos | | JOEL MARKLUND

El Estadio Olímpico de Tokio volvió a llenarse de luz y de color 16 días después para dar el pistoletazo de salida de unos Juegos Paralímpicos que una edición más se presentan apasionantes con 4.400 deportistas, la cifra más alta de la historia, que buscarán dar su mejor versión en estos trece días de competición. Los ojos de los espectadores canarios que se agolparon en el televisor de sus casas durante el mediodía de ayer buscaban la figura de Michelle Alonso, la segunda isleña en portar la bandera rojigualda en unos Juegos, después de que Luis Doreste levantara el manto español en el acto de clausura de Barcelona 92.

El nadador grancanario Alejandro Rojas, ayer en el Estadio de Tokio. | | LP/DLP

Junto a la tinerfeña, otros dos reprensentates de Gran Canaria desfilaron por el Estadio de Tokio buscando las cámaras para mandar el saludo más efusivo a sus familias al otro lado del planeta. El nadador Alejandro Rojas disfrutó como un niño chico en la pista naranja, posando ante las cámaras y «disfrutando cada segundo», como afirmó a este periódico.

El Estadio Olímpico de Tokio volvió a vestirse de gala con la ceremonia inicial. | | LP/DLP

Junto a Rojas, el otro representante insular fue Amadou Tijane Diallo, jugador de la selección española de baloncesto en silla de ruedas. El de Vecindario rodó junto a la expedición nacional, gozando de la puesta en escena de la capital nipona pensando en el estreno en la competición que tiene hoy con el primer partido de España frente a Corea del Sur (12.30 horas, RTVE) para defender la medalla de plata de Rio 2016.

La ceremonia de apertura estuvo marcada por imágenes tridimensionales, luces, colores, danza, música y varias sorpresas que se guardaron en secreto hasta el último momento como los últimos relevistas de la antorcha paralímpica, que fueron Yui Kamiji, jugadora de tenis en silla de ruedas bronce en Río. Shunsuke Uchida, jugador de boccia y Karin Morisaki, lanzadora de peso.

El eje principal de la ceremonia, con el lema ‘Tenemos alas’, fue la conversión del estadio olímpico en un aeropuerto donde la parada de los aviones que virtualmente sobrevolaban por esa magnífica instalación situada en el centro de Tokio fue la de: Paralímpicos. Una metáfora referente a que todos estos deportistas paralímpicos tienen alas para volar en sus respectivos deportes y para tener éxito en su firme propósito de no autolimitarse.

Los sueños son posibles

Esta performance fue la parte más espectacular de una ceremonia con protagonistas discapacitados demostrando que nada les impide realizar sus sueños, pero que quedó desangelada porque se celebró sin público en las gradas y solamente los deportistas y los representantes de los medios de comunicación así como los centenares de japoneses de la organización -ni se imaginan cuantos hay por todos los sitios indicándonos cada tres metros qué tenemos que hacer y por donde tenemos que ir- fuimos los privilegiados que pudimos asistir en directo al espectáculo de la inauguración de los Juegos.

El acto estuvo presidido por el presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Andrew Parsons, que estuvo acompañado del emperador de Japón Naruchito, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, así como por el presidente del COI, Thomas Bach entre otras autoridades.

El desfile de los deportistas, sin duda el momento más esperado para ellos, congregó a un total de 163 delegaciones y la española desfiló en el lugar 72 con la nadadora Michelle Alonso y el ciclista Ricardo Ten como abanderados y con 140 miembros más de la delegación que salieron con caras de alegría y emoción a la vez. España fue una de las delegaciones más animadas y divertidas con muchos de sus miembros bailando y saltando para festejar su presenciaen tan importante acto para ellos. Un momento importante de la ceremonia fue la entrada del equipo de Afganistán, muy aplaudido. Hubo homenaje también para los sanitarios y todos los sectores que han luchado para cuidar a la población de todo el mundo. Finalmente no faltaron los fuegos artificiales que iluminaron el cielo de Tokio durante unos minutos nunciando a todos sus ciudadanos queun importante evento deportivo invadirá su ciudad durante los próximos 13 días: los Juegos Paralímpicos.

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