Mañana se presenta en Tenerife el libro 'Lo que traje de Arico', de José Alonso Morales. A lo largo de la vida he tenido con Pepe Alonso una cercana relación en el patio familiar del paisaje de Artenara y en la ciudad abierta de las ideas, hermosos escenarios para construir la amistad. Su formación humanística, el carácter afable y la capacidad para aglutinar amigos, lo impulsan a crear equipos de convicciones diversas.

Alonso ha mantenido un atento equilibrio entre la doctrina de su iglesia y las propuestas progresistas de la evolución social que concreta en la febril actividad de la pastoral universitaria, abierta al pluralismo ideológico. Participa en la creación y dirige el Aula 'Manuel Alemán', de la ULPGC, fruto de su inmarchitable vitalidad. Como escritor destaca por su estilo cuidado y espléndida plasticidad; cultiva el ensayo en artículos y opúsculos que constituyen reflexiones sobre su experiencia de fe. 'La Cueva de la cumbre', 'Historias del viejo Seminario' o 'Estampas apócrifas de Navidad' conforman un certero memorialismo de biografías, paisajes y recuerdos. Su palabra es referencia para muchas personas que cultivan valores del humanismo cristiano.

Ahora celebramos su nueva obra, escrita con la perspectiva de dos islas. Desde su casa de Artenara se divisa una inmensa panorámica de las cumbres; enfrente se yergue la piedra lunar que conserva jirones del espíritu de la buena gente de la Isla. Pepe Alonso tiene tanto allí como en las estribaciones del Teide asiento con nombre propio, y en la sombra de esta columna se cobija el afecto al forjador de los valores que conforman la identidad de una multitud de amigos.