Una opinión mayoritaria en el contexto electoral del 20-N se basa en que la izquierda lo ha hecho mal y, por lo tanto, hay que votar a la derecha. El error de este planteamiento lineal está en considerar al PSOE como partido de izquierdas, después de muchos años de gobiernos en los que ha mostrado su lejanía de los postulados más progresistas. También en el desconocimiento de que ambos partidos PP y PSOE practican la misma política económica, razón por la que el 15-M los denomina PPSOE.

La izquierda real en España está representada en la actualidad por una diversidad de partidos y grupos, entre los cuales destaca significativamente Izquierda Unida, tercera en votos en todo el Estado. Esta formación tiene un legado de gobierno muy interesante en la práctica de políticas de reparto de riquezas y defensa de los derechos sociales y laborales en aquellas comunidades donde ha gobernado. Destaca Marinaleda, con alcalde de IU desde 1979, donde se ha dado solución al empleo, la vivienda y la participación ciudadana directa. Los avances políticos y sociales de este municipio sevillano han sido objeto de documentales en numerosos medios nacionales, europeos e internacionales.

Para que el milagro de Marinaleda se produzca en el resto del territorio español es preciso que Izquierda Unida se consolide como la alternativa a la política imperante, tarea difícil en el actual sistema electoral, diseñado a la carta bipartidista, aunque no es tarea imposible.

Si observamos los datos resultantes de las últimas elecciones generales, de 2008, CiU obtuvo 774.000 votos con 10 escaños, mientras Izquierda Unida con un millón de votos, solamente alcanzó dos diputados. El modelo electoral castiga la posibilidad de una tercera opción que rompa la bipolaridad política española. Esta injusticia puede superarse si los ciudadanos comprenden que esa disyuntiva bipolar y repetitiva puede ser eliminada con el traspaso de votos a la tercera alternativa en sufragios. IU tiene el reto de conectar con la mayoría de los ciudadanos, necesitados de cambios reales de orientación anticapitalista.