Nuevos datos de la radiografía canaria demuestran que nuestro gobierno archipielágico es, después de Baleares, el que menos destina a investigación y desarrollo, algo que ya se veía venir cuando compraron aquella escobilla para la toilette de la casa presidencial por el módico precio de 700 euros. Un precio que, no obstante, no incluía láser, ni lejía por alta presión, ni alarma cascárrica.

Si se hace un somero repaso por la internete y se pone 'inventos canarios' encontramos: un reposacabezas portátil -el reposacabeza, no la cabeza propiamente dicha; un cenicero, ¡por Tenesoya! también portátil, y con una tapa con el mapa de Gran Canaria, con lo que hubiera tenido más futuro como mapa-cenicero; un aire acondicionado..., parece coña pero de nuevo portátil; o el timple, lo que no deja de ser una guitarra..., portátil. En resumen, que aquí para lo que da el I+D es para hacer portátil lo previamente existente, como, y este es el último ejemplo, la Policía Canaria, también portátil para atender en las diversas romerías que jalonan este nuestro Archipiélago, presidido por un gobierno que curiosamente es lo único que no es portátil, al inventar la forma de estar en plantilla, vote a quién vote, en 1987.