Cuando hace unos ocho años se dio la primera voz de alarma de los demoledores efectos sobre la vida cotidiana de las Islas de la enredina de la administración, y de una crónica ineficiencia, en buena parte causada por el 'gobierno de amiguetes' y los repartos de cuotas, ya hubo empresarios y patronales que quisieron colarse por la rendija. Ahora está sucediendo lo mismo, porque, como es habitual, algunos pretenden simplemente la desregulación, aunque sean conscientes de su descrédito social y la vistan con ropajes más serios. Pero como es leyenda urbana en Santa Cruz de Tenerife, una vez que fue un ilustre catedrático acompañado de dos 'fulanas' a un baile de Carnavales en el Casino, el portero le dijo que no podían entrar porque se trataba de señoras de 'dudosa reputación'. "De eso nada - contestó rápido el profesor- estas son putas, las que son de dudosa reputación son las que están dentro".

Puede haber proyectos que se quieran colar por la vía de enmedio que sean sencillamente 'putas', y no debe haber más discusión; algunos 'de dudosa reputación', vaya usted a saber por qué y con qué fundamento, que se empantanan eternamente, y otros, sencillamente, sufren los rigores de una legislación enrevesada, agravada por una incompetencia político-administrativa que en ocasiones se confunde con la corrupción. Porque la corrupción es de doble sentido. Tan corrupción es forzar una aprobación por métodos indebidos, como la congelación 'difusa' de un proceso con métodos irregulares.

Este de ahora es el momento procesal adecuado para hablar de las iniciativas que han cumplido los trámites obligados pero que se encuentran frenados por problemas aparentes y en todo caso poco claros. Si el centro comercial que el grupo HD quiere construir en Gáldar no se puede hacer porque no lo contempla el 'plan' pues desde el primer instante se responde en ese sentido; pero si se puede hacer, lo que no vale es marear años y años la perdiz. Lo mismo que el centro logístico de Domingo Alonso en la zona comercial de La Mareta-La Pardilla. Si se puede hacer, se puede; lo corrupto es convertir la seguridad jurídica en una paparrucha porque la autoridad no se aclara con un vial. Si en Meloneras hay un solar, no estamos hablando de terreno virgen sino de una urbanización incompleta, y tras las primeras autorizaciones empieza el remoloneo con una casuística muy sospechosa para demorar un local especializado en clientela turística de El Corte Inglés... eso es totalmente distinto a pretender levantar todos los controles sobre el territorio, disolver la Cotmac, como pretenden algunos irresponsables, y volver a los años del 'yo lo vi primero'. La Cotmac en manos de personas inteligentes ayuda a un desarrollo sostenible a largo plazo. Pero en poder de incompetentes o conversos al capitalismo de casino puede ser un instrumento demoledor. Un ejemplo: la marina de Meloneras no está en el limbo porque constituya una agresión ambiental sino porque otros intereses empresariales, con la ayuda de ciertos burócratas, se han cruzado en su camino, con un efecto colateral contra la excelencia turística: el boicot a la regeneración de la playa.

¿Entenderá de una vez el Gobierno regional el problema, que, por cierto, creo que no entendió el anterior presidente del Cabildo grancanario cuando le fue expuesto? El pasado jueves, al hablar del parón eólico, citaba a Einstein en el 'Apunte': "No entiendes realmente algo, a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela". Un lector, profesor de la Universidad de Las Palmas, me escribe: "Temo, señor Tristán, que para hacerlo comprensible a las abuelas el Gobierno de Canarias encargue una canción en la Gala de Pepe Benavente". Eso es lo grave, la sensación de nudo gordiano y de que no se espera la llegada de un Alejandro.

(tristan@epi.es)