El lema de refundar Europa responde al mismo eslogan de moda que llama a las personas a reinventarse. Pero reinventarse no es fácil, pues las trazas de cada individuo están definidas desde su mismo nacimiento, y no es tan dueño uno de cambiarlas. La UE viene de la CEE, y ésta de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, un invento de posguerra para fusionar la base productiva de la industria bélica, en especial la de Francia y Alemania. La unión económica, en Europa, ha precedido y condicionado la unión política. El actual intento francoalemán descansa sobre la misma idea. Aunque ahora ya no cuenta el metal para fabricar cañones, sino el metal para acuñar euros, es más una refundición que de una refundación. Pero la crisis europea de fondo es política, en política lo que importa es saber quién manda y el crisol para refundar o tiene forma de urna o no hay refundación posible.