Decir juicio rápido es una contradicción en los términos, como "helado frito". Sin embargo, en este caso el juicio ha ido como bala. La justicia mediática ha expuesto al Duque en cueros ante la opinión, y la justicia Real ha sentenciado que su conducta ha sido "no ejemplar", frase de aspecto contenido pero que le deja a los pies de los caballos. En cuanto a la Justicia propiamente dicha, gobernada por un sedicente Poder Judicial, no ha dicho nada, por el asunto del llamado secreto sumarial. Para mí "el caso" es esto, por delante incluso del caso Urdangarín. Que el Duque haya sabido por la prensa por qué se le investiga, y hasta cuándo será imputado, sin haber tenido por ahora oportunidad de defenderse, deja bien a las claras que algo falla en nuestro sistema judicial. O hay secreto de sumario o no lo hay, pero lo que no puede ser es que sólo sea secreto para el presunto inocente.