Pues no sé yo dónde está el problema con lo mona que sale la muchacha. Ligera de ropa sí, pero más desnudos hay en la Capilla Sixtina y nadie dice nada. O a lo mejor el problema es el chocolate, por el gustazo que da. El caso es que Paz Vega anda a esto de que la excomulguen por fresca. Y es que ha protagonizado un calendario de una empresa alemana de chocolate algo subido de tono sobre todo por dos de las imágenes, una en la que aparece posando como una virgen dolorosa recatada con un bombón en cada mano que, igual soy yo que debo tener una mente calenturienta, pero hace pensar en clavos, estigmas y esas cosas, y otra, que es la que peor ha sentado, en la que Paz aparece cubierta sólo con una mantilla negra transparente.

Pues no ha gustado, y eso que la actriz está toda devota rezando con las manitas juntas y cara de éxtasis. Pues nada. Resulta que la foto está hecha en la ermita de Gerena, una localidad de Sevilla y, por lo visto, los artistas contaron con la autorización de la Hermandad de Nuestra Señora de la Encarnación del pueblo ante cuya imagen aparece la actriz medio en cueros. Habrá que imaginarse la conversación que mantuvieron para conseguir los permisos: "Necesitamos entrar para hacer un reportaje de Paz Vega comiendo chocolate"... Hombre, eso ya debería haberles dado una pista, ¿no? Lo que no parece que se imaginaran los miembros de la hermandad es que aquello iba a acabar en un calendario digno de ocupar el hueco estelar del taller mecánico de la esquina. La escandalera ha sido de tal magnitud que han salido desde la archidiócesis de Sevilla con una "categórica reprobación" al "reportaje erótico". Consideran que hiere la sensibilidad de los devotos de la patrona de Gerena y que contraviene lo dispuesto por la legislación canónica para el uso de los lugares sagrados que, obviamente, no están para reportajes calentorros. El caso es que, entre dimes y diretes, aquí estamos hablando del calendario, de Paz Vega y del chocolate, y de paso, de la ermita de Gerena que de golpe y porrazo va a ser de lo más popular en Alemania. Dicen desde el arzobispado que el código de Derecho Canónico determina que "en un lugar sagrado sólo puede admitirse aquello que favorezca al ejercicio y al fomento del culto, la piedad y la religión, y se prohíbe lo que no esté en consonancia con la santidad del lugar". Y no, de verdad que no. Por mucho que Paz salga mirando al cielo, no parece que esas fotos favorezcan la piedad. Aunque no sé yo si después de verlas, no habrá más de un descreído de los alrededores que haya vuelto a pasarse por la iglesia a ver si aún les falta algún mes por ilustrar.