En Francia Sarkozy se enfrenta a la crítica y rechazo del gobierno turco por penalizar la negación del genocidio armenio que para los turcos no fue tal masacre, como no lo es el exterminio del pueblo kurdo. Al tiempo que legisla de esta forma humanitaria concentra a los gitanos en espacios controlados por las fuerzas del Estado.

En Irán van a ejecutar a un informático por haber trabajado -fuera del país- en páginas Web de contenido sexual o sensual, que para ellos es lo mismo, porque ofenden al Islam.

En Israel siguen pensando en su historia eterna, que les espera otro exilio y se preparan para entender como quebrar los nuevos muros de Jérico.

En EE UU los republicanos tienen a dos candidatos bien situados en puesto de salida que pretenden llegar a la Casa Blanca, al templo de Marte, con la biblia en la mano: uno con la biblia Santorum y Romney con el libro de Mormón y la biblia, pues son sus libros canónicos principales, libros que rescatan al resto del pueblo de Israel, resto del profetismo de todos lo tiempos, el residuo auténtico y el sufriente.

Santorum ha dicho que si gana la presidencia guiará al imperio como el enviado de dios, porque Satán está entre los norteamericanos y hay que volver al orden, pero con las tablas de la ley en las manos y menos con el código legislativo republicano garante de igualdad y libertad, porque el verdadero fundamento está en el heterodoxo libro del que dimana la ley divina. Porque los norteamericanos tienen el residuo religioso más complicado de cuantos existen, o si quieren, la semántica teológica y doctrinal más desarrollada y abierta del panorama confesional

La religiosidad popular en EE UU se demuestra en la acción y en la conducta. No hay una privacidad, una orden de alejamiento a las sacristías, reclusión de ideas en el espacio íntimo. Lo conveniente para llegar al pueblo, es introducir en el discurso el amor y la obediencia a dios como guía de la actuación política, tanto es así que se castigan más los asuntos morales centrados en lo sexual y familiar que en lo bélico o económico. Las actividades realizadas en la comunidad, las reuniones de la parroquia, son síntomas de coherencia y buena conciencia. Y sinceramente no sé dónde está Satán, si en las enseñanzas liberales que hemos exportado, o en las religiones mistéricas que corroen EE UU.