Un cartógrafo en la ONU

Francisco Pérez Sicilia se hizo Topógrafo de Cartografía en la UCV de Caracas, en los tiempos en que era prestigiosa universidad. Ha vivido en Venezuela, Colombia, Perú, Australia, la India, Pakistán y países de Centroáfrica envueltos en guerras tribales, ejerciendo misiones encargadas por la ONU, sobre todo búsqueda de agua potable. También, como cartógrafo, hizo prospecciones petrolíferas, dibujo de mapas, búsqueda de coordenadas. Como él dice "ser topógrafo es ser un explorador, marcar puntos de referencia, estudiar el suelo. Todavía existen muchos territorios vírgenes donde nunca ha entrado el hombre. En América del Sur podemos decir que no se ha explorado ni el 20 por ciento del territorio, tal es la dimensión de sus bosques, de sus montañas, sus ríos y sus lagos." Esos territorios guardan cosas muy valiosas, así encontró investigadores de plantas medicinales enviados por importantes laboratorios. Esos investigadores se relacionan con tribus indígenas para averiguar las propiedades de ciertas plantas que pueden dar origen a medicamentos. Los cartógrafos fijan las coordenadas geográficas, los puntos de referencia, en regiones selváticas de difícil acceso. En Venezuela también trabajó este palmero en prospecciones petrolíferas. ¿Crees que hay posibilidades de petróleo cerca de Fuerteventura? "Es probable que haya más gas natural que petróleo, quizá el petróleo no sea tan fácil de extraer o no tenga calidad suficiente para su utilización comercial. Conocemos poco el fondo de la Tierra y menos el fondo del mar. Lo peor es que seguimos destrozando el planeta, explotamos demasiado los recursos. Con la comida que se tira un día en Nueva York viviría una semana entera toda Nicaragua. Forzamos la naturaleza hasta límites inconcebibles en el consumo de comida, agua, etc." El país que más lo impresionó es la India. "Para nacer, Europa, para vivir Suramérica, para morir la India pues allí se respeta mucho la ancianidad, desdramatizan la muerte porque creen en la reencarnación, por eso no existe la angustia ante la muerte. El que cree en cualquier religión se alivia ante la idea de la muerte. Y lo bueno es tomar un poco de cada civilización, el eclecticismo te llena de cosas que enriquecen.".