Noticia europea: "According to a recent survey conducted by the European Union, the schools in Spain are not doing a good job educating students as European citizens for the XXI century. Less than 20% of students aged 14 and 15 has an acceptable level of written and spoken English."

Los resultados de esta encuesta han preocupado a la mayoría de los gobiernos europeos pero ha tenido poca repercusión entre padres, estudiantes, maestros, profesores, y políticos en España. Puede que la razón sea que más del 50% de los políticos, empresarios, investigadores, médicos, profesores y maestros españoles no hablan inglés. En el mundo de hoy, ser incapaz de hablar inglés con otros estudiantes y universitarios europeos nos obliga a preguntarnos qué y cómo enseñamos a nuestros niños y jóvenes, cuál es el sistema español de educación y cuál debería ser, y qué pasos deben tomarse para alcanzar el objetivo de ser una de las 20 mejores economías del siglo XXI.

El hecho es que las escuelas españolas son cada vez más irrelevantes en el contexto económico del planeta. Tenemos un gran problema si el 94 % de nuestros estudiantes aprueba la selectividad. Basado en los mediocres resultados de los estudiantes españoles según el informe PISA (Program for International Student Assessment), la verdad es que parece que las escuelas españolas no enseñan nada, excepto cómo obedecer órdenes. Esto es una gran tragedia porque miles de personas estupendas trabajan en las escuelas como maestros, ayudantes y gestores. Los maestros se esmeran y trabajan muy duro, pero las instituciones en las que trabajan son psicópatas, sin conciencia. Las escuelas fueron diseñadas para ser instituciones que preparasen a nuestros niños y jóvenes para tener éxito en la sociedad. Si queremos cambiar lo que se está convirtiendo en un desastre de ignorancia, necesitamos darnos cuenta de que las reformas educativas que han tenido lugar en los últimos 20 años han fracasado totalmente.

Hoy, nuestras escuelas aíslan a los niños de la inmensa diversidad de la vida y de las sinergias de la variedad. Aíslan y desconectan a los niños de su pasado y del futuro sellándoles en el presente, de la misma manera que lo hace la televisión. Es absurdo y nada productivo estar forzado a escuchar a un extraño leyendo poesía cuando lo que quieres hacer es aprender a construir puentes. Es absurdo y nada productivo pasarse cada día de la juventud enjaulado en una institución que no te permite ninguna privacidad y te sigue hasta el santuario de tu casa obligándote a hacer los "deberes". Esta clase de escuelas reduce el mundo real de sabiduría, fortaleza, templanza y justicia a un sinfín imparable de abstracciones. Después del tiempo que dedican a la escuela, a hacer los deberes en casa, a la televisión, a comer y a dormir, los niños tienen solo 9 horas a la semana para desarrollarse. No es de extrañar que los niños sean indiferentes al mundo de los adultos, no tengan casi curiosidad, tengan un sentido muy pobre del futuro y de cómo el mañana está conectado inexorablemente con el hoy.

Hay una ironía en todo esto. Nunca me he encontrado con nadie que pensara que las cosas fueran tan mal con su colegio. Las pruebas o exámenes estandarizados indican que solo una minoría de chicos/as saben sumar, restar, multiplicar y dividir sin ningún problema a la edad de 13 o 14 años. Si esa es la cantidad de cosas que la mayoría de los chicos/as puede dominar después de pasarse 12.000 horas en ocho a diez años de escolarización compulsiva, es fácil comprender por qué muchos padres se preguntan si necesitamos escuelas después de todo. En España, menos de la mitad de los adolescentes de 17 años pueden entender, resumir y explicar moderadamente una información complicada. El hecho es que las escuelas están divorciadas de la sociedad: hablan un mensaje diferente. Los niños están confinados en habitaciones sin relojes, sin espejos, sin teléfonos, sin mapas, sin ordenadores o pantallas táctiles, sin espacios privados para pensar, sin mesas de conferencias para dar charlas. Habitaciones en las que no hay manera de contactar con el mundo exterior donde tiene lugar la vida. Algunas aulas no tienen incluso ni ventanas. Las escuelas modernas convierten la infancia en algo surrealista. Es un fracaso que ha ido empeorando con cada reforma educativa.

El futuro de nuestra nación está en grave peligro debido al desastre de nuestras escuelas y a la falta de conocimientos en lenguas extranjeras. Necesitamos cambios decisivos y un nuevo ejército de políticos jóvenes bien preparados y políglotas que den soluciones a nuestro sistema educativo. Tenemos una catástrofe en nuestras manos. Es hora de escuchar a nuestros propios genios. It is time to listen to our best English teachers. My tailor is not rich. Buen día y hasta luego.