El Gobierno de la Nación Atlántica emitió una pintadera oficial el pasado viernes en la que se plasman las medidas que tomará este 2013 para que su gestión salga aún más barata que el 2012. Son medidas todas de gran fundamento, como tirar del ancestral bombillo de bajo consumo, y bueno, apagar la luz en lo posible. También existen otras, que, vive Atahualpa Yupanqui, dejan hoy en ridículo a sus propias formas de hacer de cuando fuimos ricos en un tiempo.

No sé si recuerdan que en las vísperas de la gran chingada de 2007, se llegaron a comprar para el Chozo Force One del presidente escobillas de a 600 o 700 euros la deposición. También el Heli Force One del Mencey se desplazaba graciosamente de El Hierro a La Graciosa por los motivos más peregrinos, algunos de gran rusticidad, como una épica escala en La Aldea en la que saltó del rotor a la teta para ordeñar una vaca, que con las ubres en sus manos fue por unos instantes la Vaca Force One del Archipiélago.

Se ha de confesar que la realidad cotidiana entonces era más jocosa y distraída que el mormo actual, porque la exhibición de estas excentricidades, no se crean, generaba su parranda, como aquellas tertulias de trabajo de ciertos altos cargos que incluían bebidas espirituosas en restaurantes de varios tenedores para inspirarse en la gestión administrativa a cuenta del erario indígena, con la consiguiente resaca que hoy sufrimos. Eran días de ron y culantrillo.

Lo que se gastó en esa fiesta no está escrito. Es más, cuando se preguntó por el presupuesto de la citada reforma del chalé se declaró el asunto bajo secreto de Estado, quizá para no dar pie a que aborígenes irredentos tomaran el palacete a escobillazos.

Ahora es cuando se exige que los sobres, según la citada orden, no lleven membretes para no tener que tirarlos cuando llegue otro compadre de diferente nombre a la consejería y que no se estén comprando jacuzzis para el despacho, salvo por prescripción médica si se demuestra una grave patología por falta de burbuja en la sangre.

Luego, una vez reseca la Vaca Force One, los mismos que se lo pasaron teta ordeñándola son los que emiten una fatua ilustrando cómo cerrar un chorro, apagar una luz, ejercer de ecologistas en acción y de pobre responsable sin perder el garbo. Y no pasa nada, Rigorito.