Amigo Lucas, el año de la fe veo que está siendo bueno para muchos cristianos que vuelven a tener el encuentro con Jesús. Recuerdo a los amigos que todavía sigue abierta hasta el final de mes la exposición -Creo- en la calle Doctor Chil, en el viejo Seminario de Vegueta. A todos les deseo que la visiten y que por nada abandonen la fe aunque pasen a veces por noches oscuras. Pienso que sería bueno el que todos pongamos unos despertadores con alarmas para salvar la fe ya que ella vale más que todo lo material que se pueda tener en esta vida.

Yo creo que quien camina con fe sabe bien hacia dónde va. Ella no es cosa de rollos que poco valen hoy. Lo bueno es tener hechos, sí, tener el testimonio que siempre contagia. De todo eso hablaron ayer los más de 300 catequistas reunidos en Agüimes con el Obispo como final de curso. Nuestro Pastor insistía en leer y releer el catecismo de la Iglesia católica que tiene bastante para animarnos a vivir la fe. Razón tenía mi amigo obispo brasileño Paolo de Conto, cuando me decía de vivir cada día la fe y visitando a obispos de Europa me comentaba: Paco, creo que muchos consagrados tienen hoy que dejar a un lado los discursos y ponerse pronto el traje del amor como insignia sacerdotal para que el evangelio esté más cercano al mensaje de Jesús.

Amigo Lucas, en América siempre me impresionaba el ver a algunos obispos conviviendo con varios sacerdotes en una casa parroquial. Paolo me afirmaba que la fe hoy pide aprender todos los días a saber estar cercano, a bajarse para rozarse con el otro especialmente con el que ha caído. ¿Cómo no recordar a Pedro Casaldáliga viviendo en la misma casa con el nuevo obispo Leonardo Steiner y su ayudante coadjutor en Mato Grosso? De verdad que aquello es difícil de imaginar por aquí, por Europa, y sin embargo hoy tenemos que soñar en formas nuevas de vivir la fe porque es la única manera de ayudar a pensar a otros que la buscan a diario. Oye, creo que si la fe no tiene obras de nada sirven los discursos que se quedan vacíos y a la espera de vida.

Amigo Lucas, creo que hoy el verdadero sacerdote, y el obispo por supuesto, es aquel que se compromete con los pobres, con los enfermos, con los más solos, con los sacerdotes débiles que caen al suelo? Jesús nos manda el ser animadores de los que caen para no quedarse uno sólo ordenando y mandando. En esto me ilumina mucho lo que dice Mateo 5 cuando invita a saborear el evangelio por dentro y a tener siempre un corazón de pastor que sana y que anima al derrotado?

Oye, te recuerdo que el 21 próximo, comienzo del verano, celebro años por la vida que me dieron mis padres, Pinito y Pepito el Rubio. Ese día fue el 1er día de mi vida en el que vi la luz después de vivir 9 meses en el mejor hotel del mundo y sin pagar nada. Aun recuerdo que mis padres me enseñaron el lugar donde estaba la choza, en el Cabezo de Agüimes, y me decían que tuve la mejor cuna que fue una buena caja de tomates. Luego me llevaron el 26 al agua del bautismo en aquella bendita Pila de la Iglesia del Carrizal que beso siempre que voy.

Acabo pidiendo a los amigos una oración por mi cuñado Curro que marchó el pasado día 10 a casa de Dios Padre después de una seria enfermedad. Como era hombre de fe supo hacerle frente a un cáncer de garganta durante muchos meses. Seguro que al ser hombre de pesca, San Pedro le daría una bienvenida en términos marineros: Pasa, Curro, pescador bueno? y entra en el cielo porque eres ya de los nuestros.

Termino el minuto felicitando a los nuevos cursillistas de cristiandad que acaban hoy la tanda no 154 en Santa Brígida. A todos les deseo que canten al Señor en voz alta la preciosa canción "De colores se visten los campos..." Sí, que la canten como la cantaba el gran D. José Naranjo, Salvador Alemán y el profesor Gerino allá por el año 66, cuando se ponía en marcha el Vaticano II.