Como tantos organismos públicos con carencias en aspectos de su funcionamiento, sea debido a la falta de profesionales cualificados o simplemente a la escasa de voluntad de los responsables encargados de éstos, el Servicio Canario de Empleo no ha resultado ser diferente. Llego a esta conclusión por lo que me ha pasado:

Me enteré por la prensa de la existencia de los "Talleres de Inmersión Lingüística" y de la siguiente información referente a estos: comienzan el Lunes 1 de Julio y son creados conjuntamente por la Consejería de Educación y los Ayuntamientos correspondientes. Consisten estos talleres, en actividades y comedores para niños de familias en riesgo de exclusión social (ciudadanos con carencias económicas importantes). Los Talleres se llevarán a cabo en centros públicos de enseñanza, y se realizarán en inglés, ya que la enseñanza de este idioma es uno de los objetivos, y además, los niños comerán en los colegios.

Para realizar las actividades, se necesita cierto número de personas, con una determinada cualificación, para ser contratados como monitores. La selección, la lleva a cabo el Servicio Canario de Empleo, de entre su base de datos de desempleados. En primer lugar, se requieren diplomados en Magisterio especialidad de Inglés, con un tiempo mínimo como desempleado, etc... En caso de no cubrir con estos criterios el número de plazas necesario, los irán ampliando.

Sabiendo todo esto, repito, por la prensa, fui a mi oficina del Servicio Canario de Empleo en la calle República Dominicana 4 en Las Palmas de Gran Canaria, dos días antes de que acabase la preselección por los motivos siguientes: a comprobar si habían incorporado un nuevo título académico a mi currículum y que había llevado a esa oficina hacía tres días, y a informarme sobre los Talleres antes mencionados.

En cuanto al título, habían pasado tres días, y aun no me lo habían incluido en mi currículum, así que insistí en que lo hiciesen ese día, a lo que se negaron, diciendo que ese no era el procedimiento, que si quería, que lo volviese a enseñar, y que al día siguiente "probablemente" estaría. Me negué, y pedí hablar con algún responsable, pero no había nadie (ese día no acudió la directora, ni nadie que se pudiese responsabilizar de mi problema). Me decían, además, que no había nadie en la oficina que tuviese capacidad o autorización, para incluirme el título en el currículum. Ante esto, decidí hacer una reclamación, y cuando la estaba redactando, misteriosamente, me dijeron que ya estaba todo arreglado, y que me iban a grabar el título al momento. Me llevaron a otra mesa, y no hubo ningún problema.

Referente a los talleres, me proporcionaron informaciones diferentes, según la mesa en la que preguntase, en una, que aún no había sido la preselección, en otra, que ya había sido hace una semana, etc... Hablé con una de las técnicos encargadas de realizar los sondeos en la base de datos, y le pregunté si la existencia de estos talleres, y los criterios de selección para trabajar en ellos se habían publicado de manera oficial (en Oficinas del Servicio Canario de Empleo o Boletín Oficial de Canarias), y si además, se publicarían también de manera oficial, la lista de seleccionados, con sus méritos, y me contestó que no. Le pregunté entonces, que cómo podía saber qué requisitos no cumplía (ya que no me habían llamado) y me dijo que el de antigüedad inscrito como demandante de empleo, le dije que no podía ser (tenía dos años), a lo que me contestó que la antigüedad la perdía aunque hubiese trabajado un solo día. Le pedí que lo comprobase, ya que en otra mesa, me habían dado una información diferente, y vio que efectivamente, no la había perdido. Le volví a preguntar entonces que es lo que no cumplía, y me dijo que no sabía, que me dirigiese por escrito a los Servicios Centrales. Pienso que, escribiendo a esos Servicios Centrales, solo podría saber por qué no he sido seleccionado yo, pero no por qué otros si.

Por todo lo explicado anteriormente, se puede constatar:

Primero: la falta absoluta de profesionalidad en cuanto a la gestión en los tramites y la información al ciudadano, de esta oficina al menos.

Segundo: la enorme falta de transparencia a la hora de hacer una selección entre los desempleados.

Hay gente que literalmente, pasa hambre, ¿por qué cometen la negligencia de no incorporar las titulaciones de los demandantes de empleo en el momento de la presentación de la documentación, como he constatado que hacen en otras oficinas de empleo de Canarias?, ¿no se dan cuenta del daño que pueden hacer cuando se solicitan, en un momento dado, trabajadores con determinadas cualificaciones?. ¿Por qué no se publican de manera oficial la existencia de los "Talleres de Inmersión Lingüística", junto con sus criterios de selección, y posteriormente, la lista de seleccionados, con sus respectivos méritos?, ¿acaso no se pagan estos talleres con dinero público?, ¿cómo se atreven a actuar de esta manera? ¿es esta la Administración (pública) clara y transparente a la que el ciudadano tiene derecho?

El Servicio Canario de Empleo, es un organismo público que pagamos todos los ciudadanos, y por lo tanto, debe estar al servicio de los mismos. Además, el empleo en los Talleres antes mencionados, demandado por mi parte, también concierne a organismos públicos (ayuntamientos y Consejería de Educación) que también pagamos los ciudadanos.