Se utiliza de forma poco considerada el nombre de algunos animales al vincularlos a actitudes humanas reprobables. Es práctica alevosa, al tratarse de criaturas indefensas, y especialmente odiosa en gentes cultivadas. El cardenal Bertone, sin duda un hombre culto e inteligente, ha echado la culpa de su defenestración a las acusaciones de "cuervos y víboras". Me parece injusto ya en el caso de las víboras, que sólo muerden en defensa propia, pero los cuervos no hacen daño alguno, y en lugar de cebarse en las cosechas, como otras aves, ayudan a eliminar la carroña evitando infecciones. Por otra parte son animales inteligentes en extremo (aprenden a hablar), y para colmo muy de orden en cosa de moral y buenas costumbres, pues son monógamos y con pareja de por vida. Por tanto si Bertone se considera atacado por los cuervos, animales tan listos y decentes, es que algo malo habrá hecho.