Hablar de derechos y libertades intangibles es solo expresión de un pío deseo, pues lo propio de un derecho o libertad, empezando por el derecho a la propia vida, es que es "tocable" (como escribió Frank Nitti sobre el cadáver de uno de los intocables de Eliot Ness), y por eso hay que defenderlo. En una Embajada de Moscú se refugia la persona que reveló al mundo que el secreto de las comunicaciones no sólo era tocable (como ya sabíamos), sino que estaba siendo magreado a fondo por los servicios de inteligencia USA. Ante ese espionaje masivo ¿hasta dónde llegará la UE, supuesta campeona en la defensa del sistema de derechos y libertades? Siempre hay un punto, un día, un episodio, en el que ese sistema se arriesga, y nunca suele llegar en buen momento, pero cuando llega hay que optar: o afrontarlo o entregarse. Será también un buen medidor de la entereza moral de los líderes de la UE.