El Herbalife Gran Canaria inicia hoy, en el Barclays Arena de Madrid, un nuevo curso en la Liga Endesa. Será la vigésima presencia consecutiva del equipo en la élite del baloncesto español, un detalle que revela el trabajo bien hecho de todas las personas -directivos, empleados, técnicos y jugadores- que han pasado durante las dos últimas décadas por un club señalado en el deporte profesional como ejemplo dentro de la ACB por su capacidad para competir y ganar entre transatlánticos como Real Madrid, FC Barcelona, Valencia Basket, Unicaja Málaga o Laboral Kutxa con un presupuesto modesto.

La trayectoria en progresión constante del Granca durante los últimos 22 años, desde su conversión en Sociedad Anónima Deportiva, no se entiende sin el respaldo del Cabildo. Propietaria de la entidad, a través de la Fundación Canaria del Deporte, la corporación insular ha reforza-do su apuesta por el proyecto claretiano esta temporada, en la que regresa a Europa. Encuadrado en el Grupo B de la Conferencia 1 de la Eurocup, el conjunto insular visitará, de entrada y durante la primera fase de la competición continental, Italia, Francia -en dos ocasiones-, Bélgica y Alemania, un recorrido por el Viejo Continente que la administración pública pretende utilizar como vehículo de promoción de la Isla.

La Eurocup no es el único desafío que afronta el Herbalife Gran Canaria para el nuevo ejercicio. Instalado entre los mejores de la ACB durante la última década -desde 2002 sólo ha dejado de participar en el Playoff por el título en 2008 y 2012-, el club se ha marcado grandes metas para el futuro a corto plazo. El objetivo fijado desde el consejo de administración que preside Joaquín Costa es mejorar. Y para dar ese paso al frente, al equipo claretiano le toca romper techos y superar sus propios límites: en 2013 se coló, por primera vez en su historia, en las semifinales de la Copa del Rey y del Playoff; y en 2014 sumó 22 victorias durante la fase regular de la Liga Endesa, su mejor registro de siempre. Para hacer realidad esa aspiración, el Granca ha contratado a una leyenda: Aíto García Reneses, uno de los entrenadores más prestigiosos del baloncesto español. Campeón de la ACB en nueve ocasiones, en su palmarés también lucen cinco Copas del Rey, una Recopa de Europa, dos Copas Korac, una Copa ULEB, una Eurocup y, sobre todo, la medalla de plata que se colgó al frente de la selección española en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. Presente como técnico en 1.005 partidos de la Liga Endesa -nadie suma tantos-, la figura del entrenador madrileño comanda el proyecto más ambicioso de la entidad claretiana.

Con Berdi Pérez, un profesional avalado por su continua capacidad para contratar a grandes jugadores -los fichajes de John Morton, Shaun Vandiver, Marcus Goree, Jim Moran, Sitapha Savané o Brad Newley figuran en su expediente-, en el cargo de director deportivo, el Herbalife Gran Canaria ha reunido una plantilla que ha levantado expectación en el negocio del baloncesto. Señalado en la Península como una de las alternativas a los grandes de la ACB, la afición de la Isla ya ha retirado cerca de ocho mil abonos para seguir los partidos en el Gran Canaria Arena. La cifra no es menor: en apenas un lustro la entidad claretiana ha multiplicado por cuatro su masa de socios.

Y por el camino, lleno de atractivos, aparece un plato fuerte que trasciende incluso más allá del deporte. En febrero, del 19 al 22 -en plena celebración del Carnaval-, Gran Canaria acogerá la fase final de la Copa del Rey. Con el Herbalife como anfitrión, la Isla recibirá a otros siete equipos -con sus respectivas aficiones- para celebrar un torneo que en su última edición, que se celebró en Málaga, tuvo un impacto económico de 21 millones de euros.

El Granca, con todos esos ingredientes, afronta su proyecto más ambicioso en el momento más trascendental de sus 51 años de historia. De su talento y genio para superar todos los retos con éxito dependerá su capacidad para crecer y mejorar como institución, su desafío más importante.