Cumplir noventa años no es común en la vida de una persona. Acceder a esa escala es, sin duda, un don gratuito de Dios que premia de tal manera la fidelidad y la perseverancia, aunque hayan pasado 25 años desde su jubilación laboral reglamentaria. Si se llega a ella con recia salud física y fulgurante lucidez mental, como es el caso del querido amigo y compañero Pascual Calabuig, el don adquiere rango del privilegio. Él es grato a los ojos de Dios y a su Virgen de los Desamparados, quienes le han permitido la gracia de haber sido en Gran Canaria donde ha disfrutado y vivido más de siete décadas desde que arribó procedente de su natal Valencia, para cumplir con la Patria en la Comandancia de Marina, encontrar en la galdense Carmen Miranda Auyanet la mujer de su vida, formar una familia que camina hacia el tercer estadio generacional y sentirse, porque lo es, un canario, tan canario, como el que más; e incluso, en momentos de vivencias y emociones, quizás más que el que más...

Pascual cumple hoy 90 años de vida. Él ha sido, y es, sol y trigo de su hombría de bien y de su profesionalidad como comunicador. Desde que lo conocemos, allá en los inicios de la década de los años cincuenta del pasado siglo, Pascual Calabuig ha sido síntesis de las virtudes de su tierra levantina laboriosa y fecunda, en simbiosis con los mismos atributos de la insularidad canaria. Él se mantiene fuerte y seguro de sí mismo. Continúa siendo igual de bonachón y cordial. Es trabajador como una abeja. Mantiene su vital y característico optimismo y conserva en los ojos la luz que sólo enciende la esperanza. A sus 90 años sigue la diaria faena -seis meses en Gáldar y seis meses en Lanzarote- sin reposo y sin tregua. Dialoga, conversa. Lee y se informa. Está en todo. Cuando charla en amigable conversación no puede esconder la picardía cordial que se oculta tras sus ojos traviesos. Para cada canario, sea de la isla que fuere -incluso de La Graciosa o de Lobos- Pascual es uno de los nuestros y, como tal, lleva a la Unión Deportiva Las Palmas en su alma, en la que guarda también un rinconcito para el Levante de su niñez, representativo del barrio del Puerto de Valencia en el que nació hace hoy 90 años. El próximo domingo, día 19, previo al partido UD Las Palmas-Numancia en el Estadio Gran Canaria, quisiéramos verlo recibir del público la ovación unánime que se merece. Allí estaremos, lo compartiremos y lo viviremos; ¡pues no faltaba más!

Antonio Cruz Domínguez