Está demostrado que cada vez que ocurre algo grave en nuestro país se ha debido a un fallo del protocolo; por fracaso, ausencia del mismo, o por escaso cumplimiento y seguimiento adecuados. Cuando se da en Caja Madrid y Bankia el caso de las tarjetas "opacas" llamadas de "la vergüenza", que dio lugar al saqueo a la entidad financiera estando en quiebra; jubilaciones millonarias, casos Rato y Blesa, en una banca que no era privada, que es pública, poniéndose ellos mismos unos finiquitos súper millonarios con lo que se premiaban así la desastrosa gestión que llevó la entidad a la bancarrota y a tener que ser rescatada por la UE con más de 24.000 mil millones de euros, dinero que estamos pagando todos sin distinción, es que se produjo un grave incumplimiento del protocolo, que tenía que haberlo, como mínimo, en el Ministerio de Hacienda y el Banco de España, para que estos hechos vergonzosos nunca se puedan producir. Como también fracasado fue el protocolo de esa pobre auxiliar de enfermería, Teresa Romero, ingresada en el Carlos III, que atendió al misionero García Viejo, segundo repatriado de Sierra Leona afectado de ébola. El personal de ese hospital está cabreadísimo porque la han culpado a ella de mentir y estar con ébola, entre la vida y la muerte, cuando lo suyo fue ayudar a un contagiado por simple vocación de hacer el bien.

Es terrible lo que está sucediendo en el país; parece que el poder político y el económico forman un todo corporativo: si tocamos a uno, los tocamos a todos. En el caso Gürtel, quien único ha sido juzgado es el exjuez Baltasar Garzón, y en el de Bankia y sus preferentes, igual, solo ha caído el juez Elpidio Silva. ¿Qué le pasa a la Justicia, que además se pueden dar casos como el de Fabra, condenado en firme, y no entra en prisión porque solicitó el indulto al Gobierno? Y ahí está, no como un justiciable cualquiera, ¿esperando que le paguen algún favor?

Donde parece que tampoco hay protocolos de actuación con respecto a Canarias (si los hay no están operativos), es en las asignaciones de la Metrópoli, pues acabo de enterarme que el Estado da a los puertos de Tenerife el doble de fondos que a los de Las Palmas; la queja ha sido del Sr. Ibarra, presidente de la Autoridad Portuaria, nada sospechoso de insularista. Asimismo ha dicho que al Puerto de Las Palmas no se le trata desde Madrid con justicia. Comedido en su crítica -ha recogido LA PROVINCIA-, pero disconforme con el reparto de los fondos para los muelles canarios, cuando es el sector privado el que está haciendo el mayor esfuerzo.

El protocolo de buenas prácticas tampoco funciona en las dos universidades. El rector, Sr. Regidor, en el acto de inicio del Curso Académico se dirigió al presidente Rivero, que presidía el acto, preguntándole cuándo piensa equilibrar las asignaciones económicas de las universidades. Desde la creación de la ULPGC, sus alumnos han venido recibiendo importes sensiblemente inferiores a los de la UL. ¿Cómo es posible mantener tanto tiempo este agravio a los alumnos grancanarios? ¿Hay en Canarias estudiantes de primera y segunda clase? ¿Qué han hecho y qué hacen los políticos grancanarios del PP y el PSC en el Gobierno? ¿Queda alguna duda de que es ATI quien gobierna, y que los de aquí dicen amén a todo? Yo me he replanteando lo de cargar las tintas en los chicharreros, culpándolos de todos nuestros males, porque la mayor parte de culpa es nuestra, ya que el problema que tenemos los grancanarios es que somos demasiado individualistas. Aquí cada uno va a lo suyo, y lo único que moviliza es cuando le tocan el bolsillo. Está ensimismado en su propio mundo y le resbala todo lo que ocurre en su entorno. A lo único que se apunta para ir en masa, eso sí, es al Estadio de Gran Canaria. No aprende de quienes nos están gobernando: los hijos del Teide. En Tenerife están unidos en todo, diferencias ideológicas aparte. Y si se trata de la defensa de su Isla no dudan de echarse a la calle en bloque protestando y haciendo ruido con los cacharros de cocina, como ocurrió con lo de nuestra Universidad. Si se dieran casos parecidos en Gran Canaria, todos comodones y por ahí nos den. Hace mucho tiempo nos tienen echada la pata encima y no hay manera de zafarnos de ella. Y ya el colmo: todo el mundo da por hecho que el nuevo aspirante a la presidencia del Gobierno autonómico, Fernando Clavijo (ATI), es nuestro presidente in pectore. Si esto es así, obligado es preguntarse ¿por qué no se ahorran las papeletas de los candidatos al Parlamento Autónomo, y de paso no nos toman tanto el pelo?