Quiero dar públicamente las gracias al molt honorable Artur Mas por contribuir de forma espectacular a mi aprenentatge del català, y de igual forma a todos los medios de comunicación la prolija difusión de lo que en aquella comunidad ocurre a todas horas en versión original con traductor simultáneo.

Si hubiesen hecho lo mismo que Portugal con las películas en versión original a estas alturas seriamos todos bilingües.

A totes hores pongas la televisión que pongas cuando no sale el sujeto en cuestión dando la vara sobre el proyecto d'independéncia te endilgan al President del Barça con la cantinela del som més que un club seguido del tots al camp de rigor.

Tampoco es baladí las lecciones de historia, que aunque han variado sustancialmente "el cuento" desde Guifré el Pilos hasta el propio Mas, el sufrido pueblo catalán ha resistido estoicamente las embestidas de los carre bous de la historia a la carta que se han montado para contar, y lo que es peor argumentar, lo que fue una guerra de sucesión entre dos dinastías europeas como una de independencia.

Gracias a todo este circo desde cuando Aznar hablaba catalán en la intimidad a Rajoy que sigue unos cursos en CCC nos hemos enterado de lo mucho que Espanya les roba y lo poco que explican quiénes son los que en realidad se han quedado con la caja en la Generalitat.

La fauna política la completan personajes tan extravagantes como el Sr. Oriol Junqueras que es el prototipo de payés avezado que tiene al President de CiU trincat pels collons donde cada día su partido saca más rentabilidad política de la situación.

Afortunadamente voy a completar mi aprendizaje del catalán antes que algunos de los de allí se aclaren dónde tienen los Pujol el diners ahirrado durante los últimos cuarenta años por esos mundos de Déu.

Los que nos encuadramos en el apartado de constitucionalistas esperamos y deseamos que nos dejen seguir disfrutando del cava y la butifarra con pan tumaca porque el jamón de siempre ha sido de mas abajo.

Josep Plá decía: "El nacionalisme es com un pet, només li agrada a qui se'l tira", es decir: "El nacionalismo es como un pedo, sólo le agrada al que se lo tira".

En definitiva, podríamos decir que el nacionalismo es hambre de poder atemperada por el autoengaño.