La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entre bastidores

La solución fácil no lo es

La invasión de Irak puede haber creado más problemas de los que resolvió, y los drones asesinos entre Afganistán y Pakistán no son la mejor manera de hacer amigos, pero en septiembre de 2001 Saddam Hussein gobernaba Irak, porque la alianza internacional se detuvo en la frontera, y Afganistán se lo disputaban talibanes y jefes tribales. Sin embargo el día 11 de aquel mes Bin Laden perpetró la matanza de Nueva York, justificada porque Estados Unidos lidera a los infieles del mundo y porque cualquier presencia ajena en los territorios del Islam es invasiva, comenzando por la existencia de Israel. Por lo tanto, la vía conciliadora para eliminar cualquier riesgo de atentados pasaría por dejar caer a Israel, y esto sólo hubiera sido el principio, ya que el mapa de Al Qaeda llega hasta el límite histórico de los califatos, que incluye casi toda la Península Ibérica. Nada de ello justifica los errores y las decisiones perversas y egoístas de la respuesta occidental, que han agravado los problemas, pero hay que recordarlo antes de encontrar explicaciones retrospectivas fáciles al atentado contra Charlie Hebdo, que nos lleven a soluciones igualmente fáciles.

La solución aparentemente fácil es el "dejémoslos tranquilos y nos dejarán tranquilos", pero ahora mismo este "dejarlos tranquilos" incluye dar vía libre a las conquistas de Estado Islámico, que ya sabemos de qué pie calza y de qué manera se comporta en los pueblos y ciudades que conquista. Aparte de escalofriante, es una idea irrealizable, porque en este mundo global los intereses están igualmente globalizados, y lo que hagan "allá" nos afecta a nosotros cada día. Y encima no es una verdadera solución, porque el proyecto de grupos como Estado Islámico abarca, como decíamos antes, todo el territorio histórico del Islam, y quiere retornar a la ortodoxia medieval desde los regímenes islámicos occidentalizados hasta los territorios perdidos. Además, cualquier estado integrista que se base en afirmar la supremacía de su dios y la herejía de quienes no se sometan, asume como destino manifiesto el de llevar la buena nueva a toda la Humanidad, de grado o por fuerza. Ellos no responderán a nuestra pasividad dejándonos tranquilos, y el atentado a Charlie Hebdo es una prueba de ello, ya que lo han atacado porque osaba publicar caricaturas ofensivas de Mahoma, personaje que en el Islam ni siquiera se puede representar.

Hay cristianos civilizados y cristianos de cruz y espada (antes muchos, ahora pocos, por suerte), y hay islamistas civilizados e islamistas partidarios de imponer la fe con el kalashnikov. Estos últimos son un enemigo objetivo de nuestra manera de vivir; imperfecta y mejorable, pero que hay que defender.

Compartir el artículo

stats