"Andar no es un deporte". Lo escribe Frederic Gros en su libro Andar: Una filosofía. La Avenida Marítima es un buen ejemplo y el mejor escenario para caminar con buen paso y la mirada despejada (cuando remita la calima). Es un placer y una expresión de libertad, aunque haya que evitar ser atropellado por un corredor o arrollado por una bicicleta. Con todo, querido lector, salga a pasear. Es saludable para el cuerpo y el alma.