La Provincia - Diario de Las Palmas

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La columna del lector

La ciudad del Sena se tiñó de rojo

De nuevo el terrorismo vuelve a ensañarse contra la sociedad. Desde su lado más oscuro, cometiendo actos de ignominia con la muerte de víctimas inocentes que producen dolor y conmoción en todos los lugares y confines de nuestro mundo. Sin distinción de razas ni credos religiosos. El atentado contra Charlie Hebdo en París por parte de islamistas, en un país de libertad y democracia, donde viven muchos árabes como es este caso. En la Francia de la revolución francesa y sus tres principios de: Libertad, Igualdad y Fraternidad. En la ciudad del Sena y de la Torre Eiffel y donde fueron acogidos los mismos terroristas que no dudaron en empuñar las armas en nombre del islam y en contra de occidente como principal motivo de su existencia. En su momento el PSOE en la etapa de Zapatero promocionó la Alianza de Civilizaciones y entre ellas la Ley de Dependencia que inició en el primer mandato que entre otros aciertos aunque no exento de errores que le permitió ganar nuevamente las elecciones. Y en particular el PP sobre estos dos temas prácticamente despreció estas iniciativas como políticas surrealistas que los españoles no valorábamos como suele ser típico de su usual tolerancia. Por lo que cada vez empezaremos a valorar más la importancia del entendimiento y el respeto entre la realidad social y cultural de oriente y occidente, que siempre será el mejor camino de confraternización. Aunque siempre habrá organizaciones que utilizarán a personas fanatizadas que están dispuestas a inmolarse y empuñar un arma para matar y dispuestas a morir como el mejor kamikaze de la Armada Imperial Japonesa que impactaban contra sus objetivos en la Segunda Guerra Mundial, con la diferencia de que estos lo hacían por el emperador y por la patria. En nuestro país lo hemos sufrido en nuestras carnes curtidas por esta tragedia. De este terrorismo y del propio que aún es más doloroso, ya que víctimas y verdugos eran hijos de la patria en una nación de naciones. Por lo que esperemos que la cordura impere y hayan nuevos tiempos que permitan un cambio para el entendimiento y el respeto.

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