La Provincia - Diario de Las Palmas

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In memoriam

José Antonio Rodríguez y la Transición democrática en Artenara

El reciente fallecimiento de José Antonio Rodríguez, quien fuera concejal desde las primeras elecciones democráticas tras la liquidación del franquismo con la Constitución de 1978, primer alcalde socialista de Artenara y uno de los líderes de la política municipal durante veinticuatro años, entre 1979 y 2003, nos lleva a realizar unas breves consideraciones sobre los años de la Transición democrática en nuestros pueblos.

Con la nueva Constitución, se puso en marcha la maquinaria de configuración del marco territorial. Las primeras elecciones municipales se celebran el 3 de abril de 1979, y para ello los partidos políticos se ven urgidos a crear sus estructuras orgánicas y planchas electorales con el fin de acceder al poder local. Salvo algunos pueblos del interior, con una casi olvidada tradición partidaria, los pequeños municipios tuvieron que partir de la nada para iniciar la nueva andadura democrática. En síntesis, el espectro político se fue configurando de tal manera que los cargos y familias franquistas se reconvirtieron en la derecha conservadora; el centro fue ocupado por un amplio espectro de micro partidos liberales que constituyeron la UCD, indefinido ideológicamente; y la izquierda pivotó en torno a grupos del PC, cristianos de base, la inicial UPC (Unión del Pueblo Canario) y, sobre todo, al emergente Partido Socialista Obrero Español. Independientemente del votante urbano, el nuevo discurso democrático hubo de instaurarse en los pequeños pueblos, hecho que resultó arduo debido tanto a los arraigos caciquiles, a cierto miedo solapado al cambio por parte de la población rural, y a la falta de formación política generalizada en nuestra sociedad.

En este sentido, el PSOE jugó la carta de la modernidad, incluyendo la moderación y adecuación ideológica con la renuncia a su definición marxista, y, desde la experiencia histórica, echó mano en cierta medida de la tradición republicana y los principios de la Institución Libre de Enseñanza, partiendo de la formación teórica y cultural atribuida a la izquierda. Recordemos la referencia que al respecto significó a nivel nacional la figura de Tierno Galván "el viejo profesor", y en nuestra isla la del intelectual Juan Rodríguez Doreste. Para ello, el aparato socialista no dudó en contar con la invitación y participación de cuadros de jóvenes que, comprometidos con el progreso del país y que, habiendo luchado contra el franquismo en los ámbitos estudiantiles, universitarios y sindicales, tomaron la decisión de organizar los comités locales.

Así sucedió en nuestros pueblos del interior que vieron cómo algunos profesionales liberales, médicos, empleados, incipientes líderes vecinales y muchos maestros de primera enseñanza accedían a los cargos municipales, siendo en un primer momento concejales en la oposición que ofrecían aire nuevo a las corporaciones y que en las inmediatas legislaturas fueron accediendo a tareas de gobierno local. Este panorama lo encontramos en La Aldea de San Nicolás, Gáldar, Santa Brígida, San Mateo, Teror, Valsequillo, Valleseco y Artenara, con nombres propios que están en la memoria colectiva, y reconocidos sobradamente en los ámbitos isleños.

Concretamente en Artenara, la figura que llevó a cabo esta tarea fue José Antonio Rodríguez Rodríguez, quien, con 24 años, recibió la invitación específica por parte del destacado dirigente socialista canario Ángel Luis Sánchez Bolaños, vinculado familiarmente a la localidad. En la biografía de Pepe Rodríguez hemos de destacar que estudia magisterio con las especialidades de Lengua española, Lengua francesa y Educación Física, y tras aprobar las oposiciones en 1979, ejerce en varios colegios de Gran Canaria como La Aldea de San Nicolás, Artenara, Teror, desempeñando la dirección de los colegios de La Angostura y Las Mesas, en Las Palmas de Gran Canaria y la vice dirección de la Residencia Escolar Las Palmas (Universidad Laboral, en Tafira).

Una vez asumida la responsabilidad política en su localidad, su tarea se centra en la organización del partido a nivel local, siendo elegido secretario general de la agrupación local del Partido Socialista Canario de Artenara de la que fue miembro fundador y candidato a la alcaldía en las seis legislaturas que abarcan desde 1979 a 2003, siendo además miembro de los comités insular y regional.

En el ámbito local, el partido socialista ejerce una dura y crítica oposición a la política conservadora representada por el carismático alcalde Severiano Luján Cabrera. En los años iniciales de la Transición democrática y durante la década de 1980, el pueblo, al igual que el resto de los municipios isleños, vive el regate corto de la bipolarización generacional, a caballo entre exiguos planteamientos ideológicos y el pragmatismo de la acción política. El clima político alcanza tal magnitud que casi se bordea la ruptura de la integración social. En Artenara adquiere relevancia y de manera inusitada la información municipal en el ámbito de la prensa insular, y a nivel local, el PSOE crea el órgano informativo "El Cochafisco", tribunas que se convierten en correas de transmisión de la lucha por el poder.

No obstante, el acceso de Rodríguez a la alcaldía no se produce de manera mayoritaria por elección en las urnas sino tras un pacto de gobierno promovido por el PSOE y el Centro Canario Independiente (CCI), un tercer partido, con un único concejal, Manuel Mendoza Vega, que emerge en las elecciones de 1991. El mandato municipal es compartido por ambas formaciones entre 1992 y 1995, iniciándose desde entonces una política de pactos que con mutaciones ocasionales y flexibles entre los tres partidos locales se prolonga durante veinte años, hasta las elecciones de 2011.

Cuando la gestión municipal es compartida, se hace difícil precisar su atribución específica a un grupo de gobierno instalado en el cortoplacismo y, sobre todo, cuando algunos proyectos arrancan en años precedentes. Sin embargo, en esta época, José Antonio Rodríguez lidera iniciativas que luego se consolidan como, entre otras, la puesta en marcha de la piscina municipal, el centro de acogida para la tercera edad, la primera fase del almacén municipal o la pensión municipal y el impulso a iniciativas culturales de diversos géneros como, entre otras, la publicación de la historia local, nombramiento de cronista oficial, exposiciones plásticas, promoción de las fiestas locales, batalla de flores, etc.

Fue promotor del proyecto europeo Leader I, con especial relevancia en los municipios de Tejeda y Artenara, siendo redactor del apartado Turismo Rural, que incluye la casa-cueva en la declaración de la Reserva de la Biosfera. En este marco de gobierno, se impulsa la creación del centro alfarero de Lugarejos, el centro de recuperación artesanal, el proyecto de construcción de veinte viviendas sociales, el campo municipal de fútbol. Asimismo, se constituye la empresa constructora "Tearsal" y la asociación de artesanos "Apama"; la agrupación de Protección Civil, el equipo de lucha canaria 'El Brezo' y la agrupación folklórica Virgen de La Cuevita, e inicia el entierro del lagarto como original atractivo del carnaval. En el ámbito arqueológico, en colaboración con el Cabildo, impulsa la recuperación de Cuevas de Caballero, Candiles y Acusa Seca. Asimismo, fue el creador del actual slogan municipal "Artenara, Cumbre de la Naturaleza" y puso su empeño en difundir los productos locales, la artesanía, las costumbres y tradiciones fuera del municipio.

Rodríguez fue colaborador de varios medios informativos, revistas de viajes y turismo así como de distintas emisoras de radio, a través de los cuales divulgaba los valores medioambientales de la cumbre grancanaria. Fue creador de una empresa de turismo rural, siendo pionero en rehabilitación de casas cuevas destinadas a uso turístico, habiendo obtenido diversos reconocimientos regionales y nacionales. Su más reciente proyecto fue la creación de un museo del agro en una antigua finca familiar.

Fue miembro activo de diversas modalidades deportivas, siendo entrenador primero y luego juez nacional de balonmano, fútbol-sala y halterofilia; miembro de la Federación Nacional de Balonmano; miembro de la Unión de radioaficionados Españoles; de la Asociación española para la Calidad; de la Asociación española de Turismo Rural, y vicepresidente de la Asociación de Turismo Rural de Gran Canaria. Miembro de diversas ONG's; socio fundador y secretario de la asociación de viticultores de Gran Canaria y socio fundador de la asociación de apicultores Artenara, que presidió hasta su fallecimiento.

José Antonio Rodríguez, casado con América González y padre de dos hijas, Iraya y Miriam, a quienes expresamos nuestro sentido pesar, estaba vinculado a familias de hondo arraigo en las cumbres de la isla, tanto en Artenara como en Juncalillo, donde su padre, Isidro Rodríguez Perera, fue un destacado y popular comerciante durante cincuenta años. Su innata vocación de servicio, formada en el humanismo cristiano, lo convirtieron en un hombre luchador, altruista y generoso, no sólo en la etapa final de su vida, en que tuvo que afrontar una penosa enfermedad, sino a lo largo de su trayectoria pública, tal y como recogemos en esta crónica en su recuerdo.

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