Estas líneas que me atrevo a escribir son unas líneas de agradecimiento infinito. Agradecimiento al Servicio Canario de la Salud por devolver la ilusión, la sonrisa y la vida a la familia (Padrón Hosna). Una familia que ha luchado durante unos interminables meses contra una enfermedad a la que ahora sí podemos decir que hemos superado. Pero en esta lucha no hemos estado solos. En este duelo con la enfermedad hemos contado con el apoyo, el respaldo y el afecto de unos profesionales tan grandes como sus corazones. Un equipo que no es otro que el departamento de Oncohematología de la planta 4ª del Doctor Negrín dirigido por el doctor Santiago Jiménez Bravo de Laguna y gracias también a la doctora Valeria del Hospital Insular, a los enfermeros, a los celadores y al personal de limpieza de los hospitales Doctor Negrín e Insular. También a la coordinadora de trasplantes Laura, de la planta 4ª del hospital Negrín. Me gustaría nombrarlos a todos pero no tendría papel suficiente. Gracias a todos ellos por su espectacular trabajo y porque nos demuestran que, pese a las crisis, a los recortes y a las dificultades, se dejan la piel y el Servicio Canario de la Salud puede presumir de profesionalidad y ser un referente hospitalario, que tiene el objetivo último de salvaguardar el bien más preciado en el mundo: la vida.
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