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Canarias ante la nueva situación política

Me han pedido varios amigos mi opinión ante la nueva encrucijada en que está nuestra situación política, económica y social después de las recientes elecciones para el Parlamento regional y para los cabildos y ayuntamientos celebradas el pasado 24 de mayo. Esta movida, a tenor de lo comentado y publicado en la prensa y por los expertos regionales, no puedo valorarla desde el punto de vista político, ya que los llamados pactos están sobre la mesa y la constitución del nuevo Gobierno regional no ha trascendido a la opinión pública de momento. Cualquiera que sea la combinación dominante y reinante, me obliga a entrar sin mayores filigranas al escenario económico y social que padece y sufre la región, a pesar de las informaciones publicadas por algunos estudios económicos del espectacular crecimiento del Producto Interior Bruto ( el llamado PIB) regional el pasado año de mas del 2,5%, cifra significativa y que recuerda algunas de la década de los años noventa del pasado siglo.

A veces se alardea de las cifras positivas por el comportamiento de las mismas en periodos cortos, de meses o de su comparación con la similar del pasado año. Son trampas dialécticas con las que se quiere ocultar la triste realidad de la crisis que llevamos años soportando sin que los políticos y gestores de nuestra sociedad se pongan colorados o sean consecuentes y reconozcan la realidad que Cáritas, el Banco de Alimentos y otras instituciones benéficas llevan años y meses proclamando a los cuatro vientos:

1. El escenario demográfico.

Es muy sencillo. A comienzo del siglo XXI la población canaria ascendió a 1,7 millones de personas, de los que considerados como activos da un total de 900.000, como ocupados se registraron unos 750.000, como parados el total fue de 150.000 y como población inactiva se estimaron unos 600.000. Aquí se incluyen los menores de 16 años y todos los mayores de 65 años, tope que comprende a los jubilados y a todos los que se han retirado o no tienen interés en participar en el mercado laboral. En este año 2015 -al final de primer trimestre y según datos de Encuesta de la Población Activa (EPA)- la realidad es la siguiente: población total 2,1 millones de personas, activos 1,1 millones, ocupados 771.500, parados 343.500 e inactivos 676.510. Dentro de esta categoría los mayores de 45 años ascendió en el año 2000 a 390.000, mientras que el mes de marzo pasado alcanzó un total de 471.750.

La conclusión o la moraleja es muy simple: en estos 15 años la economía regional no ha creado prácticamente ni un puesto de trabajo. O para ser más exactos, solamente empleó a 21.000 personas.

El aumento poblacional (por nacimiento o entradas de extranjeros y peninsulares) se ha contabilizado en crecimiento de parados, en la emigración de jóvenes canarios y en el aumento de los inactivos, a donde han ido a aparcarse los mayores de 45 años que están aburridos del cerrado mercado laboral y que estimo del orden de los 100.000 según los datos de la EPA.

Este es, en mi opinión, el primer toro que tendrá que lidiar la nueva clase política en los próximos meses: el estancamiento de la economía regional, dando la impresión de que somos una Comunidad que flota y navega en el Atlántico movida por las olas marítimas y los vientos alisios que nos peinan y complementan nuestras extraordinarias condiciones naturales para invitar a los europeos a disfrutar de sus vacaciones y de su ocio.

2. Las desigualdades sociales y crecimiento de la pobreza.

Las estadísticas del INE y de Eurostat, dependiente de la Unión Europea, no han dejado de recalcar el crecimiento de las desigualdades sociales en nuestras Islas. El índice Arobe considera que cerca del 40% de la población regional está bajo el umbral de la pobreza. Varios artículos se han publicados en la prensa regional últimamente comentando este deterioro en las condiciones de vida y el crecimiento de la pobreza en muchos de nuestros municipios.

Un termómetro de esta realidad es que el volumen de los depósitos bancarios en Canarias. Según las estadísticas del Banco de España se mantienen en un total de 22.000 millones de euros desde el año 2004. Significa que el 'ahorro teórico' en nuestra región se destina o se desvía a otros canales fuera del sistema financiero, a través de los diferentes activos financieros que los numerosos fondos nacionales e internacionales colocan, con mayor rentabilidad, en mercados solventes, seguros y más rentables y con nulas posibilidades de su inversión en empresas insulares. Si a esto unimos los bajos salarios de nuestra región ( el 80 % de la media nacional) vemos que la capacidad de ahorro de más del 70% de nuestra población es prácticamente nula y limitan sus ingresos a sobrevivir cada mes.

Me limito ahora a señalar el papel creciente que tienen los fondos de inversión, como ha puesto de relieve Inverco en sus estudios recientes, que operan en Canarias para detraer y favorecer la colocación de los ahorros de las oligarquías regionales, y la aparición de las Sicav (Sociedades de Inversión de Capital Variable, verdadero paraíso fiscal por su impuesto de sociedades del 1%) en el que participan empresarios canarios.

La aparición de nuevas fuerzas políticas como Podemos y Ciudadanos tengo la impresión que van a movilizar a la sociedad durmiente canaria. Aunque la segunda de ellas no logró escaño en estas últimas elecciones, entre ambas obtuvieron unos no despreciables 147.000 votos, el 18,59% de los más de 926.000 contabilizados. Considero que este será el segundo toro con el que se tendrá que enfrentar la nueva organización política de la Comunidad canaria: la vergonzante crisis social que pone en peligro en el futuro la estabilidad del orden público, esencial para que nuestro principal y única actividad económica, el turismo, pueda seguir beneficiándose de las revueltas y conflictos en los países árabes e islámicos del Mediterráneo.

3. La situación política.

Es para mí la tercera pata de la realidad canaria, por la deficiente gestión que se ha hecho del papel de Canarias en el mundo occidental.

Siempre he criticado el banderín que nuestra casta política ha aireado con la definición de que Canarias es una Región Ultraperiférica (RUP) de la Unión Europea y que con las decisiones de los oligarcas de los años 1989 y 1990 se tiró por la borda el Régimen Especial histórico de Canarias, reconocido por Bruselas en el anejo número 2 del Tratado de la Integración de España en la CEE en 1985. Ahora estamos sometidos a toda la normativa comunitaria, y además, nos niegan la posibilidad admitida para las RUP francesas y holandesas de poder cambiar su estatus a país y territorio de ultramar como reconoce el Tratado vigente de la UE.

Somos europeos de segunda división. Y me atrevo a decir que también somos españoles de segunda ya que la Constitución española reconoce la solidaridad entre las regiones pero debiéndose de tomar en consideración "el hecho insular". ¿Que significa esa expresión literal escrita en el texto constitucional? No conozco ninguna decisión del Parlamento y del Gobierno canario exigiendo al Gobierno español la definición de este "hecho insular", en qué consiste y cómo se debe desarrollar y contemplar en el marco legal y presupuestario nacional.

La moraleja es mendigar cada año lo que se le ocurra al Gobierno o al consejero canario en las comisiones con las restantes comunidades españolas y luego criticar y airear el victimismo tradicional.

La otra pieza de nuestra organización política es el desprecio creciente que, desde que Coalición Canaria se hizo con el poder político, se ha tenido con los cabildos insulares, verdaderas piezas esenciales en la gestión del territorio y de las necesidades de los residentes insulares.

Y me limito a señalar la vergüenza pública del sistema electoral. Parece increíble que se violen de esa manera los derechos individuales de toda persona en un sistema democrático como dicen es el que está vigente en la Unión Europea. Desgraciadamente esto me recuerda los ataques y asesinatos que los islamistas hacen en muchos lugares del planeta Tierra asesinando a cristianos o católicos por el simple hecho de adorar a un dios distinto.

Por ahora termino y le deseo a los que vayan a gestionar nuestra sociedad que busquen el mayor consenso y acuerdo entre todos los partidos e instituciones regionales para enderezar nuestra crítica situación, y para que Canarias siga siendo siempre una referencia para Europa por la revalorización posición estratégicas por ser el único territorio de la OTAN que, situado frente a El Sahel, será en el presente y en muchos años el verdadero puesto de vanguardia de la defensa de la civilización occidental.

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