En diversos estudios recientes se ha llegado a la conclusión de que la capacidad de producción actual de cereales de la Tierra puede multiplicarse varias veces. En conjunto, el volumen total de alimentos que se producen actualmente en el mundo está por encima de las necesidades de calorías y proteínas de cada habitante del planeta para muchos expertos en esta materia. Ellos dicen que son, pues, otros los problemas que están en la raíz del actual drama del hambre. Las cifras estadísticas globales no revelan su verdadera dimensión, en tanto no toman muchas veces en cuenta análisis diferenciados entre los diversos sectores de ingreso de la población de un país o una región determinada. Por mucho que nos duela, el hambre es un fenómeno asociado de manera intima a la pobreza, a los profundos desniveles de ingreso en la mayoría de muchos países, a la falta de oportunidad, a la ignorancia, a las desigualdades e injusticia. Esta es la dolorosa realidad.