La Provincia - Diario de Las Palmas

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El patio

Insensibilidad y excusas del ministro

El programa Salvados del domingo 13 de diciembre, conducido por Jordi Évole trataba sobre la pobreza energética. Se desarrolló en la vivienda de una señora que está sufriendo esa consecuencia, agravada debido a que de empleos cortos y temporales, pasó a formar parte de la estadística de los desempleados, viéndose en la necesidad, como le ocurre a tantas miles de familias, de restringir gastos energéticos, hasta el extremo de no poder utilizar la calefacción y el mínimo la cocina y luz eléctrica. Como invitados asistieron y participaron con sus opiniones el exministro socialista de Industria, Turismo y Comercio Miguel Sebastián y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El primero y hasta cierto punto mostraba su malestar por lo que viene ocurriendo, expuso que probablemente no se tenía que haber privatizado este sector tan esencial por el servicio que presta, aunque no planteó su renacionalización y llegó a mostrar comprensión por las ganancias que obtienen estas empresas al margen de cualquier otra consideración, como por ejemplo el daño que le producen con la desconexión del suministro a la familias que no pueden pagar.

La alcaldesa Ada Colau mostró mucha más sensibilidad y sintonía que el exministro Sebastián con el problema que se estaban abordando, no en vano su lucha en la calle le ha servido para conocer y adquirir experiencia sobre éste y otros problemas, pensando abordar la pobreza energética en Barcelona mediante la creación de un operador municipal que suministre la luz como un servicio público, Miguel Sebastián expuso con criterios economicistas que con esa formula no se ahorraría dinero, a lo que Ada Colau le replicó que eso no era lo que se pretendía y sí que las familias con pocos recursos pudieran disponer de ese servicio tan esencial. El caso del ministro Soria fue más patético, aparte de no aceptar la invitación para asistir a la grabación del programa desde la casa de la señora afectada, Elisa Pizarro, cuando ésta a través de una tablet que portaba Jordi Évole, le preguntó si consideraba justo que la energía eléctrica tenga el mismo precio para él y ella y personas con escasos recursos. A esto Soria, que se encontraba muy tenso, prácticamente no contestó y mucho menos dio respuestas que pudieran hacer frente con justicia y sensatez a este grave problema.

Cuando Jordi Évole le expuso el incremento que se ha producido del 69% de familias con pobreza energética, sobre la marcha Soria le contestó que eso no era cierto y al exponerle y mostrarle Évole que eso datos eran del INE, no se responsabilizó y siguió insistiendo en la no veracidad de los mismos, relacionándolos sin argumentos con los bonos energéticos.

El colmo de la insensibilidad y falta de consideración fue cuando en plan autómata se explayó con la arenga del PP en relación a su política de empleo y relacionó el problema de la señora Elisa Pizarro con la falta de trabajo y que eso lo resolverá el PP continuando con la gestión que viene desarrollando, que les ha posibilitado crear en esta legislatura más de un millón de puestos de trabajo. Por supuesto él y los dirigentes del Partido Popular no suelen decir qué tipo de trabajo han creado, que aun teniéndolo al ser de poca calidad, mal remunerado, corto y en precario ha originado un nuevo tipo de pobre asalariado. La señora Pizarro le demostró y Soria reconoció (no se ha dignado en todo este tiempo y para conocer mejor la realidad, a visitar a una familia que esté padeciendo esta situación) que él no había descendido al terreno donde se encuentran los problemas que verdaderamente les afectan a las personas en su pobreza energética.

Los canarios que conocemos a Soria no nos extrañamos por su forma de actuar en ésta y otras situaciones. Ha logrado salir indemne en situaciones personales comprometidas por su falta de transparencia y ética, en varios casos que deberían, como ocurre en otros países de Europa, estar tipificados como ilegales. Incomprensiblemente el PP lo pone como ejemplo y es que muchos de sus dirigentes tienen comportamientos aún peores.

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