Ya lo decía abuelita: la esperanza es lo último que se pierde. Andaba yo desorientado, como alienado, ya que las religiones organizadas por el ser humano no daban respuestas a mis dudas existenciales, y mucho menos a mis necesidades espirituales. Qué le vamos a hacer. Buscaba yo una religión auténtica, pero ni la Iglesia anglicana (que está al servicio de Buckingham Palace) ni el Opus Dei (que está al servicio de Zarzuela) me ofrecían garantías de ardiente éxtasis. Mas, he aquí que, Iriki, mi escocesa cuñada, durante unas vacaciones en familia en Nueva Zelanda, me presentó ante su congregación; se trata de una nueva religión, preciosa: Iglesia del Monstruo del Espagheti Volador. Ahora estoy feliz, pues me han bautizado y todo (con un rico caldo de algas marinas). Para que se familiaricen, verán ustedes: esta religión (como tantas otras) salió en su día desde los Estados Unidos para evangelizar todo el universo. Su Papá es Su Santidad Bobby Henderson, que redactó los postulados teóricos sobre los que se incrementa la fe de los pastafaris (nos llamamos así los practicantes de Iglesia del Monstruo del Espagheti Volador). Nuestro credo, al contrario de lo que se predica en las escuelas públicas de Kansas (EE UU), es que no existe un "diseño inteligente" y que la doctrina creacionista como oposición a las teorías darwinistas está errada: ¿el mundo fue creado por un dios desconocido? No señora: el universo obedece a un diseño "no inteligente" concebido por un ente superior con la forma de manojo de espaguetis entrelazados con dos albóndigas (que equivalen al Adán y Eva, en la teoría del Opus Dei; o también al Yin y al Yang de los orientales); así pues, en el pastafarismo adoramos a un Señor Tallarinesco, quien, después de una borrachera, creó el universo para que los seres humanos seamos felices dándole a la botella. Esta linda doctrina, poco a poco, se va impartiendo como asignatura obligatoria en las escuelas de Kansas City, así como en algunas escuelas de Tasmania, Australia y Nueva Zelanda. Yo ya estoy estudiando teología pastafarista, y -cuando acabe la carrera- me voy a meter a ministro de Iglesia del Monstruo del Espagheti Volador y pronto estaré dando clase en las escuelas que vamos a poner en marcha en Santa Brígida y en Las Rehoyas. Contamos contigo. Las clases (de momento) serán gratis...