Irene Lozano le da plantón a Pedro?Sánchez minutos después de que la número cuatro de la lista madrileña fuera confirmada por el secretario general socialista en una entrevista. Queda anotado por si se necesitaban más pruebas sobre el ascendiente real en sus filas del candidato que no ha querido gobernar España. La hostilidad que recibió a la fugada de UPyD en el PSOE no disminuye la calidad de la escritora y periodista, pero aporta un síntoma adicional sobre la situación agónica de los socialistas. Barajar un futuro después de Sánchez denota un optimismo exagerado, o un desconocimiento sobre el estado auténtico de la formación.
Desde el primer día de precampaña, Sánchez acredita su incapacidad lacerante para tejer un pacto ni dentro de sus filas. El pistoletazo que desata la estampida procede de Carme Chacón, que compite con Esperanza Aguirre en el número de abandonos estrepitosos de la primera línea. Sin embargo, la degradación de la vida política llega al extremo de que la exministra catalana parece incluso más valiosa que Sánchez, del mismo modo que la exministra madrileña asciende a las alturas de Margaret Thatcher al compararla con?Rajoy.
El candidato que complicaba la titularidad barcelonesa de Chacón es Carles Martí. El antiguo senador encabezó en diciembre la lista socialista que se quedó sin representación en el Senado. Toda una garantía, sin duda. La desbandada adquiere proporciones tales que Sánchez se siente dispuesto a prescindir de su número dos, Meritxell Batet. Esta militante del?PSC es para empezar bastante más espabilada que su presunto líder. Aparte de su indiscutible valía, está casada desde hace una década con José María Lassalle, secretario de Estado del ministerio de Cultura de Rajoy. Hasta en los detalles más nimios debe escenificarse la entrega incondicional del secretario general del PSOE en manos del PP.
La diáspora no apartará a Sánchez ni un milímetro de su labor destructora de la izquierda, que ya no es progresista sino reformista tras el contagio con Ciudadanos. De hecho, en junio se verá cumplido el doble objetivo del secretario general socialista. Demostrará en primer lugar que el PP supera en estabilidad al PSOE, facilitando así una mayoría de los populares junto a Ciudadanos que garantice la continuidad de su socio Rajoy. Populares y socialistas iluminaron ayer a los escépticos. Se despidieron del Congreso que han despreciado con el rechazo conjunto de la comisión de investigación del accidente del tren Alvia, saldado con 81 muertos en?Galicia. Hay que preservar las puertas giratorias compartidas sobre raíles.
En segundo lugar, el doble retroceso en elecciones casi inmediatas permitirá a Sánchez debilitar lo suficientemente al PSOE, para cercenar cualquier baza del Gobierno con Podemos que acaba de abortar. En diciembre dejó incompleta su misión. Por un error de cálculo, quedaba expedito un ejecutivo de izquierdas que se ha esforzado en desarbolar. Sus jefes no le permitirían un segundo error.
