El tanatorio no se libra de las crisis. En estos tiempos donde nada es lo que parece acaba de saltar un motivo de fricción entre un capellán del tanatorio San Miguel y la vicaría general. Después de cinco años de servicio pastoral a las familias en duelo, Julio Roldán deja de colaborar con el tanatorio, dimite en román paladino. Como dice el refrán popular: "donde éramos pocos..." Y el Obispado reflexiona sobre el reparto del clero.