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Rubén Reja

Reflexión

Rubén Reja

El poder de las lenguas

Algunos no se han dado cuenta que Canarias vive y vivirá por muchos años del turismo. El monocultivo de este sector es una realidad que pasa desapercibida para los de siempre. Es inconcebible como una región que depende del sector servicios tenga que tirar de personal foráneo para cubrir muchas vacantes. Ojo, no confundir con xenofobia sino con ser competitivos. Tal vez un ejercicio de chovinismo razonado de vez en cuando tampoco estaría de más. La fría estadística es muy gráfica y en muchos negocios turísticos más del 40% de la plantilla lo cubren trabajadores extranjeros porque no hay mano de obra con capacidad para cubrir puestos. El hecho de hablar un idioma marca la diferencia. La pérdida de oportunidades por esta carencia es sangrante, sin que se ponga remedio. El sistema educativo, tan imperfecto y cambiante, debe incorporar con toda celeridad dos o más idiomas como asignaturas reina.

En un mundo totalmente globalizado eso de aprender idiomas constituye la herramienta para vencer las fantasmagóricas tasas de paro. A tenor de los elevados índices de abandono escolar (una de cada cinco estudiantes canarios menor de 25 años deja los estudios), el disponer de un idioma supone un auténtico salvavidas. Hoy en día resulta imprescindible aprender otra lengua, ya que en la mayoría de las áreas del conocimiento y desarrollo humano se utilizan otros idiomas. El aprendizaje de distintas lenguas para los estudiantes es una necesidad primordial. Básica e imperativa. Estamos ante la mejor inversión de futuro. Un paso que debe empezar desde la base abogando por la realización de clases bilingües. Es una lástima que eso solo pase en colegios privados, donde los alumnos van un paso por delante. Una oportunidad que no tienen todas las familias. Desembolsar 500 euros de media al mes no está al alcance de cualquiera. El aprender un idioma no solo acrecienta la posibilidad de conseguir un preciado trabajo sino que enriquece la vida social y cultural porque los idiomas mueven el mundo. El desarrollo de las sociedades, la integración económica y cultural exige el dominio de diferentes lenguas. Esto provoca grandes desafíos a los que un estudiante tiene que enfrentarse para poder entrar en un sistema donde estamos en permanente comunicación con otros. En el caso de Canarias, que prevé recibir hasta 14 millones de turistas este año sería de obtusos no redoblar los esfuerzos en este sentido. El poder de las lenguas, su dominio, permite enriquecer la vida, ejercitar la mente, beneficiarse de la diversidad cultural mundial y, lo más importante, da opciones de encontrar un curro en estos tiempos que corren.

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