El "Gran Patriota" grancanario D. José Miguel Bravo de Laguna fue el presidente provincial de la UCD (Unión de Centro Democrático) que en el pacto de Medinaceli -llamado así por haberse producido en la cafetería madrileña del mismo nombre- entregó el Parlamento de Canarias a la ciudad de La Laguna pero ante las furibundas protestas de los políticos ultrachicharreros incitados por el periódico El Día con su director José Rodríguez Aladid, máximo exponente de este movimiento ultra, cuyo odio a Gran Canaria llegó a tal extremo que quiso despojarla del "Gran" (pero que fracasó rotundamente). Exigían el parlamento de Canarias para Santa Cruz de Tenerife, cuando por derechos históricos le correspondía a la Muy Noble, Muy Leal Ciudad del Real de Las Palmas de Gran Canaria.

¿Este es el hombre que "defiende" Gran Canaria? Quizás sea para que los grancanarios (no "canariones", nombre despectivo como nos llama el buen pájaro Elfidio Alonso) "olvidemos" su desafortunada actuación que se completa con la doble capitalidad: una legislatura la capital de Canarias estará en Las Palmas de Gran Canaria y la siguiente legislatura estará en Santa Cruz de Tenerife y así sucesivamente como se observa no es necesario ser Sherlok Holmes para deducir que gracias a don José Miguel Bravo de Laguna nuestra ciudad es una vez más perjudicada. Lo elemental "Dear Watson" (que nunca lo dijo Sherlok Holmes) sería que el parlamento esté en la Muy Noble, Muy Leal Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria y la capital en Santa Cruz de Tenerife (siendo muy generosos por nuestra parte).

Por razones obvias el parlamento se quedará en la capital chicharrera porque ya está allí el edificio del parlamento y ubicarlo en Las Palmas de Gran Canaria costaría una fortuna y no es el momento de que la Consejería de Hacienda deba gastar millones en un capricho. Lo que debería hacerse es una reforma del estatuto de autonomía para que la capital autonómica se quede siempre en La Muy Noble, Muy Leal Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria (tengo fotocopias del pacto de Medinaceli)

Supongo que el presidente del gobierno autonómico Don Fernando Clavijo estará residiendo en la residencia del barrio de Ciudad Jardín en Las Palmas de Gran Canaria, donde le corresponde según el estatuto de autonomía, ya que don Paulino Rivero en la legislatura anterior estuvo viviendo en la sede de Santa Cruz de Tenerife. Por consiguiente hay que mantener dos sedes institucionales, dos residencias oficiales, con el consiguiente gasto para las arcas del Gobierno de Canarias.