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Cine 'Bridget Jones's Baby'

Come, engorda, ama

Si algo dejó claro la novelista británica Helen Fielding en su novela El diario de Bridget Jones, llevada a la pantalla por Sharon Maguire en 2001, y que ahora repite con esta secuela titulada Bridget Jones's Baby, fue que las mujeres de verdad tienen curvas. Así lo entendió también la directora colombiana Patricia Cardoso que sólo un año después del fenómeno Bridget Jones dirigió en Estados Unidos Real Women Have Curves (Las mujeres de verdad tienen curvas), sobre una adolescente méxico-americana gordita que se enfrenta a esquemas generacionales, culturales, y hasta de patrones de estética femenina, para alcanzar su independencia.

Dicho esto, no se me ocurre cual puede haber sido la razón que ha llevado a Renée Zellweger (o lo que queda de ella, después de someterse a varias operaciones de cirugía estética) a protagonizar Bridget Jones's Baby, película que ofrece dos posibles caras a todo el que se acerque a ella, según se fije uno en el romanticismo de su motor o en el lujo de su carrocería, o lo que es lo mismo, en lo guapos y deshidratados que lucen Zellweger, Colin Firth y Patrick Dempsey, este último en el papel reservado en un principio para Hugh Grant, pero que finalmente no se materializó. Eso sí, Jonah Hill hubiera sido una buena opción para el papel de Bridget Jones. ¿Alguien lo pensó? Yo sí.

Bridget Jones's Baby, versión dieta mediterránea, no añade nada particularmente relevante al original, por más que respeta con cierta dignidad algunos de sus rasgos fundamentales, a saber, esa visión de la neurosis sentimental femenina no exenta de ironía, solo entendible si haces los tests de la revista Cosmopolitan. Por desgracia, la película pasa de refilón sobre asuntos más importantes que atañen a la mujer actual y se limita a urdir con gracia un espectáculo infantil, que Maguire dirige no sólo sin identidad, sino que de cuando en cuando se le va la mano con el almíbar.

Toda la película está rodada poniendo el acento en la original, lo que hace que uno acabe pensando que Bridget Jones's Baby es una especie de maldición que se repite, convirtiendo su historia en una suerte de metáfora del callejón sin salida en el que parece encontrarse la comedia actual.

Groucho Marx dijo en una ocasión que "cualquiera que diga que puede ver a través de las mujeres se está perdiendo un montón de cosas". Pues eso. Come, engorda, ama.

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