Copio a continuación un documento recibido por correo postal sin remite. Aparenta ser la transcripción de una conversación entre un hombre y una mujer de identidades desconocidas. Tampoco se puede saber si es total o parcial, ni la fecha, ni la hora; lo que sí parece estar claro es el lugar: "K: No me puedes hacer esto. Lo de los discos duros fue una tontería, además no lo hice yo, fue el chapuzas andaluz ese que tenemos en la ejecutiva desde hace no sé cuántos años. Anda, ¿por qué no retiras la denuncia?" "W: Mira que eres pesada, después del número que montaste con el despido en diferido, todavía circula en la red y la gente se descojona. Respecto al chapuzas, bien que te gustaban sus tonterías en otros tiempos, cuando no te conocía nadie. Yo lo que quiero es recuperar mi parte del dinero que está en Suiza, Los demás que se apañen con la suya, y de eso te tendrás que encargar tú." "K: ¿Yo? Ni soñarlo. Bastante tengo con aguantar los desmadres de los nuevos, pesados y juveniles vicesecretarios que me han colocado. Parece que vengan de la nada, limpios, puros y castos. ¡Vaya cruz! Anda, retira lo de los discos duros y yo te prometo que hablaré con Él para que lo reconsidere todo. No podemos enfrentarnos a las vascas y a las gallegas con este lío abierto, y menos a unas terceras generales, con el juicio de la Gürtel en plena ebullición". "W: No sé, no es que desconfíe pero Él desde el sms no me ha dicho nada, no me ha escrito, no me ha llamado... ¡Nada!" "K: ¿Pero cómo quieres que te llame con la que tiene montada? ¿No viste cómo acabó el debate de investidura?" "W: Yo no veo esas cosas. Yo soy un técnico, un profesional de mi ramo, sea cual sea el dichoso ramo. Además, mi mujer no aguanta más, está harta. Ya no le fían en casi ninguna tienda de Serrano, ni en la frutería ni en el mercado de la Paloma. ¡No podemos seguir así! ¿Cómo voy a ir a esquiar a Suiza este invierno? Ya no he podido ir a Aspen, y eso que me pagaban el viaje y el hotel solo costaba mil euros la noche." "K: Mira, si retiras la denuncia te aseguro que tendrás el dinero suficiente para pagar todo y tu mujer no tendrá ningún problema." "W: ¿Y no volveré a la cárcel?" "K: la dueña de la Moncloa me lo aseguró a regañadientes. Anda, porfa, retira la denuncia." "W: Déjame que lo piense. Mientras tanto, voy a llamar al servicio de habitaciones, ¿qué te apetece?" Fin del documento.