Los vecinos del pequeño barrio capitalino de El Lugarejo, situado a las faldas del Lomo Apolinario, en la ladera del Guiniguada, están de enhorabuena. El Ayuntamiento asfaltó recientemente la carretera que circunda las viviendas de autoconstrucción, cuyo firme tenía una particular plaga en forma de innumerables baches en los que se podía jugar al golf con balones de fútbol.