Querido amigo, no te lo vas a creer, pero hace unos días estuve hablando con el concejal de un ayuntamiento, que no voy a citar, que pensaba que los culturistas eran gente que se dedicaba al mundo de la cultura...
Mira por dónde también se podría pensar que los que vivimos en las islas somos islamistas, que los humoristas venden humo y que los nudistas se dedican a hacer y deshacer nudos. O, también, que los analistas saben del culo más que nadie.
Y es que la cultura siempre ha sido el culo de saco de la administración pública, Gregorio.
Para colmo de males, el nuevo gobierno de Rajoy ha hecho desaparecer de por sí la cartera de cultura endosándosela a la de deportes junto a la de educación.
Para cocinar todo este potaje ha nombrado a su amigo el Barón de Claret, un ilustre tetuaní llamado Íñigo Méndez de Vigo, que tendrá también la Portavocía del Consejo de Ministros. Rajoy lo ha reconfirmado en esa responsabilidad después de que en 2015 lo nombrara ministro de Educación y Cultura para salvar las pifias del ministro Wert.
No anda mal encaminado el presidente, que quiere prevenirse de la locuacidad y la verborrea que se le vienen encima organizada desde los sectores más jóvenes de la oposición, lo cual dejaría en ridículo a un ministro de Cultura que confunda la velocidad con el tocino.
El ministro Méndez de Vigo es un intelectual con un currículum impresionante. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido secretario de Estado para la Unión y diputado del Parlamento Europeo, cuenta con premios y reconocimientos internacionales y, además, habla perfectamente inglés, francés y alemán.
Será bueno que nuestro ministro de Cultura sepa diferenciar a Góngora de Quevedo, y esperemos que tampoco confunda a Carmen Martín Gaite con Gloria Fuertes, por citar a dos de nuestras grandes poetisas más contemporáneas. Aunque, de momento, ha empezado por confundir a Leonard Cohen con Antonio Machín o Manolo Escobar, cuando dijo hace poco de Cohen que "muchas generaciones de españoles hemos bailado con sus canciones"... Seguro que este señor no ha oído a Leonard Cohen ni tiene ni puñetera idea de quién es.
En mi opinión, Gregorio, debe ser que estos pobres empollones no tuvieron tiempo en su juventud de disfrutar de la música y la poesía como otros afortunados mortales.
En lugar de ese estofado a base de educación, cultura y deportes, pienso que se debería crear un Ministerio de Cultura y Economía, y a ver si de una vez se enteran de que tanto la cultura como la educación deben entenderse como inversión, y no como un negocio a beneficio de terceros, y que necesita de expertos en economía para controlar y habilitar los medios económicos necesarios en los Presupuestos Generales del Estado.
Pero, volviendo a mi amigo culturista. Tampoco sería un disparate deducir que son socialistas todos aquellos que se asocian con cualquiera con tal de tocar poder como, por ejemplo, con el gobierno chicharrero de ATI/CC o con los corruptos del PP de Madrid. Dios los cría...
Un abrazo, amigo, y hasta la semana que viene.
