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INVENTARIO DE PERPLEJIDADES

Carme Chacón y los militares

El fallecimiento inesperado de Carme Chacón a los 46 años de edad (poca gente era conocedora de su cardiopatía congénita) trajo a la memoria su corta pero intensa carrera política. Primero como vicepresidenta del Congreso y después como ministra de Vivienda y Defensa con el Gobierno de Zapatero. Y en ambos casos rompió moldes. A la primera de las carteras accedió con 36 años, lo que la convertía en el miembro más joven de un consejo de ministros durante la nueva etapa democrática. Y a la segunda, cuando ya estaba ostensiblemente embarazada. Las imágenes de su toma de posesión pasando revista a las tropas dieron la vuelta al mundo, lo mismo que su orden al capitán de la compañía de honores para que mandase firmes.

De hecho, algunos programas de humor radiofónico todavía se abren con la grabación de aquellas voces. Una mujer, y encima embarazada, al frente de una organización tradicionalmente machista como el Ejército, causó sensación y no faltaron quienes lo interpretaron como un nuevo desprecio del presidente Zapatero, un pretendido antimilitarista al que no se perdonaba su gesto de no levantarse al paso de la bandera norteamericana durante un desfile militar en Madrid, cuando todavía era el jefe de la oposición. Y desde esa perspectiva maliciosa se analizaron todas las comparecencias de la nueva ministra a la que se llegó a criticar ferozmente por el horrible pecado de acudir a la celebración de la Pascua Militar con un discreto traje de chaqueta y pantalón cuando el protocolo exigía, al parecer, un vestido largo para las mujeres. (Se supone que de haber comparecido con una falda hasta los pies también su hubieran puesto reparos al largo, al ancho y al color del vestido y hasta a la clase de peinado). Una actitud que se recrudeció cuando en febrero de 2010 tuvo el gesto de condecorar con la Medalla al Mérito Militar a 35 miembros de la extinta Unión Militar Democrática, a los que ella calificó de "valientes" por haberse atrevido a formar parte de ella en 1974 con Franco todavía vivo. Todos los que formaron parte de aquella asociación clandestina fueron detenidos y nueve de ellos juzgados y condenados a largas penas de cárcel amén de su expulsión del Ejército.

La reparación ministerial estaba plenamente justificada porque la democracia estaba en deuda con aquellos militares. La amnistía decretada con ocasión del acceso al trono de Juan Carlos y la que abrió la etapa plenamente democrática se habían olvidado de ellos y tuvo que llegar el año 1986, ya con un gobierno de Felipe González, para que fueran readmitidos en su empleo si bien con el añadido de pasar a la reserva. La reforma del ejército de Franco y su integración pacifica en la estructura de un Estado democrático fueron una tarea política de larga duración. Pero en su trayectoria hay dos hitos históricos, al margen de los intentos de Suárez para hacer frente al continuo ruido de sables que malogró su segundo mandato. Y en esa tarea hay dos ministros socialistas: Narcís Serra y Carme Chacón. El primero hizo una reconversión regada con generosidad económica, y la segunda dio el necesario toque femenino a una organización tradicionalmente machista.

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