Ser hombre cotiza a la baja en el siglo XXI. La masculinidad está perdiendo muchas de sus antiguas utilidades. Por ejemplo, la nuevas técnicas de reproducción han convertido la concurrencia del varón en algo innecesario para la mujer. Basta con una anónima dosis de un banco de semen para alumbrar un bebé. Puede que en el futuro ya ni se necesiten ni hombres ni mujeres para traer al mundo a nuevos humanos. De momento, un grupo de investigadores liderado por la Escuela de Medicina de la Universidad Northwestern (Chicago, EE UU) acaba de crear la máquina de menstruar; es decir, un dispositivo artificial que replica a la perfección el ciclo menstrual femenino, según publica la revista Nature.
Este sistema reproductor artificial con modelos en tres dimensiones de ovario, trompas de Falopio, útero, cuello y del útero y vagina, cada 28 días libera un óvulo y comienza a producir hormonas para prepararse para el embarazo. Esta máquina permitirá a los científicos estudiar enfermedades como el cáncer de útero, probar nuevos anticonceptivos o tratamientos de fertilidad antes de ser utilizados con personas. El modelo, que tiene forma rectangular y cabe en la palma de la mano, ha recibido el nombre de "Evatar", suma de "Eva" (la primera mujer de la Biblia) y "avatar". "Los órganos sintéticos se comunican entre sí mediante sustancias secretadas, principalmente hormonas, para parecerse lo más posible a la forma en la que funcionan juntos en el cuerpo de la mujer", comenta Teresa Woodruff, directora de la investigación, a la agencia Sinc. "Evatar" sólo imita la secreción hormonal. No se puede completar el ciclo. Es decir, la máquina no puede quedarse embarazada. ¿Pero por cuánto tiempo?
La confluencia hombre-máquina parece ser uno de los caminos por los que transita nuestro futuro. Así lo ve uno de nuestros tecnodioses, el empresario estadounidense Elon Musk. Según publica The Wall Street Journal, el propietario de los coches eléctricos Tesla y de los cohetes Space X, está embarcado en una nueva empresa llamada Neurolink. Pretende lo que promete su nombre: crear un nuevo enlace neuronal. Entre el hombre y la máquina. Crear humanos superinteligentes gracias a su conexión cerebral con una computadora. Dice Musk que la mejor solución será implantar "una capa de inteligencia artificial que pueda funcionar biológicamente dentro de nosotros". Musk explica que promueve esta empresa para que las máquinas no nos dejen atrás y los humanos no acabemos convertidos en "mascotas" de la máquina en un mundo dominado por la inteligencia artificial. Parte de la tecnología de la que habla Musk ya existe. Ya es posible colocar electrodos en el cerebro y mover brazos mecánicos con el pensamiento. Lo que propone Musk -entre cuyas ideas está la de la urgente necesidad de colonizar Marte o el desarrollo del tren ultraveloz Hyperloop- es que debemos implantarnos una especie de "médula electrónica", una malla cerebral cibernética que nos haga más listos y mejore nuestro rendimiento. Este empresario habla ya de crear una "versión digital" de los seres humanos.
