LA PROVINCIA del miércoles 5 de agosto de 1992 informaba de que un total de 72 camas del Hospital Insular de Gran Canaria permanecían inutilizadas desde que hacía dos años se habían suspendido las actividades de los servicios de Pediatría Infantil y Cardiología en el centro. Este hecho contrastaba con los intereses del Instituto Nacional de la Salud por hacerse cargo del Hospital Militar Juan Carlos I, cuyas instalaciones habían sido solicitadas para cubrir la demanda asistencial de Las Palmas.