Frases como 'cómete eso, hay niños que se están muriendo de hambre' o 'no sabes lo afortunado que eres de tener todo lo que tienes', frases que oímos desde que somos pequeñitos, frases que se te suelen decir desde que estás creciendo y que te están haciendo darte cuenta de la realidad del mundo en el que vives. Pero ¿te has dado cuenta de que muchas de las personas que vivimos en el mundo desarrollado nos quedamos al margen de esta realidad?

No hace falta conocer mucho de historia para saber que siempre ha habido personas desafortunadas y otras más afortunadas. Con el transcurso de los años las cosas han ido mejorando, pero sigue siendo algo inaceptable que haya millones de niños que tengan sólo una comida al día, que no puedan disfrutar de una educación correcta o que no tengan un techo en el que refugiarse cuando hace frío. Estas necesidades son derechos básicos a los que todo ser humano tiene que acceder, da igual en qué parte del mundo hayas nacido, de qué raza o religión seas, todos tenemos derecho a la educación y a un nivel de vida adecuado.

La educación en países subdesarrollados es escasa, eso es una realidad con la que hemos aprendido a convivir, una realidad en la que nos hacemos los ciegos porque no queremos reconocer que hay niños que en vez de emprender su tiempo aprendiendo y enriqueciéndose a través de la educación lo utilizan en hacer prendas o calzado de marcas que nosotros compramos y promovemos. Muchas de las veces esto se hace porque en la familia en la que viven hace falta dinero y desde muy pequeños los padres les mandan a trabajar para poder poseer el derecho a tener un nivel de vida adecuado. Si te pones a pensar esto les fuerza a dejar de ejercer su derecho a la educación para poder sostener el derecho a una vida más digna. Los derechos humanos se crearon para la mejora del nivel de vida de los seres humanos universalmente pero de qué sirve eso si para poder gozar de uno de ellos tienes que renunciar a otro. Ningún ser humano debería de verse obligado a renunciar a cualquiera de sus derechos, pero y si no ¿qué se supone que debería de hacer una familia en la que por haber nacido en el mundo subdesarrollado debe esforzarse por sobrevivir día a día?

El mundo está lleno de desigualdades, nosotros somos los encargados de cambiar esta realidad. Sólo ponte a pensar en cómo habría sido tu vida de haber nacido en otro país en el que se carecen de muchas de las necesidades humanas y en si te verías obligado como muchos de los niños en estos países a abandonar uno de los derechos esenciales como es el derecho a la educación. Tú decides si aportar o apartarte.