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Trucos y recursos

Acabo de pegarme por la tele uno de esos filmes de suspense y emoción, con acción a raudales reforzada por escalofriantes efectos especiales, y como casi siempre me ha quedado un amargo sabor de boca, una sospecha soterrada de haber sido engañado. Al analizar el motivo, se me ocurren fundamentalmente tres recursos utilizados ad nauseam en este tipo de cintas.

La persecución. La mayoría de estas películas se basa en unas espectaculares secuencias de persecución, o si lo prefieren de huida, pues da lo mismo que el protagonista sea perseguido, o que sea él el que está a la caza del malo malísimo. En el segundo caso se han dado hasta series completas, con el trillado monotema de la huida del fugitivo, naturalmente injustamente acusado , y perseguido por las implacables fuerzas de la ley.

En el primer caso, el protagonista echa mano de una panoplia de imaginativas herramientas para capturar a su enemigo. Ya sea Sherlock Holmes persiguiendo al siniestro Moriarty, o James Bond acorralando a su archienemigo Blofeld, la trama sigue los previsibles patrones, siempre eficaces.

El "non sequitur". Este recurso, que es una simple falacia mental, también es de uso común en gran cantidad de cintas de acción. Ya que hablamos del agente 007, se han percatado Uds. de qué manera cuando hay indicios de la presencia de los malhechores en el Caribe pongamos por caso, la acción se traslada a Nassau, uno de sus más fotogénicos destinos, por la sola razón de cerrar un recorrido que nos ha llevado a la estación de esquí de Gstaad, al gran cañón del Colorado y otras localizaciones espectaculares. O sea "Los malhechores están en el Caribe", "Nassau está en el Caribe". Luego lógicamente "Los malhechores están en Nassau". Non sequitur donde los haya.

El "Mc Guffin". Es ésta otra de las artimañas al uso para hacer avanzar la acción. Aún siendo claramente postiza y hasta disparatada, suele funcionar a las mil maravillas. Viene a constituir el "engodo" del argumento. En una película de espías puede tratarse de un microfilm esencial para la supervivencia de la civilización occidental. También puede ser una pequeña retorta de un virus letal, capaz de terminar con todo el género humano. Si la cinta es de aventuras el Mc Guffin de turno bien pudiera consistir en un pergamino con la localización del inmenso tesoro de los Mayas, o de los Incas, que tanto monta. Por supuesto que los planos de tesoros o de canteras de oro son muy aprovechables incluso en películas del salvaje oeste.

Consustancial al uso de Mc Guffins es que es absolutamente indiferente cómo pueda ser el objeto de deseo perseguido por toda la película. Eso al espectador se la refanfinfla. Como que hasta puede ser virtual, o como en más de alguna cinta, una pura entelequia.

Lo importante es que ayuda al desarrollo de la acción, a la sempiterna persecución, trufada de tantos "non sequiturs" como sea menester, hasta la culminación final de la destrucción del malvado, y el beso final del protagonista y la rubia de turno.

En fin, me perdonarán si tengo que terminar aquí, porque ponen una película de Indiana Jones por la tele, que no me quiero perder por nada del mundo.

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