MIÉRCOLES 11

Z Morritos

En inglés se llama duckface, cara de pato. A Tamara, la cantante -de boleros, no Yurena antes Ámbar antes Tamara- le gusta poner duckface, o sea, morritos en las fotos. Se ve mona. A Laura Escanes, ahora escritora amén de influencer y mujer de Risto (y lo digo porque él no pierde ocasión), también. A Mariló más de lo mismo. A Yvonne Reyes ídem. Incluso, salvando las distancias, a la Pantoja, que fue salir de la sombra al sol y resetearse toda, el pómulo incluido. A todas les gusta poner morritos. Algunas incluso se los ponen. Otras no. El efecto es siempre el mismo. Se diría calcado, relleno similar, idéntica técnica, casi el mismo cirujano. Pero la causa no. A veces son cosas de la luz, del ángulo de la toma, del ejercicio y la dieta, la vida sana y la armonía y la felicidad, imaginaciones del que mira quizá. Laura ha confesado que se puso labio. Yvonne, a medias. Mariló, no, achaca el rostro terso a la coleta tirante. Tamara, la cantante, a los filtros de instagram, la octava maravilla después de las cremas y los batidos de la Preysler. Y Yurena... no habría por dónde empezar.

DOMINGO 8

Z El rito garífuna

Garífuna es, literalmente, gente que come yuca. Son esos aborígenes simpaticotes y bonachones a los que vemos llevar en barca a los supervivientes, a los que entienden ni una palabra. Cosa que, todo hay que decirlo, a nosotros, siendo compatriotas, también nos pasa con muchos. Los garífunas ya no son lo que eran, como suele. Hoy en día muchos son católicos, o de otra fe, y se casan como quiere casarse Chabelita, esto es, de blanco y por la iglesia. Pero aún mantienen sus ritos, más vistosos. Por eso a la niña Pantoja la han casado así, en un visto y no visto, en directo y por el rito garífuna. El novio, eso sí, quedó eximido de la obligación de pasarse los tres días previos pescando de sol a sol y la novia llevaba un modelito más adlib que garífuno. También chirriaba un poco con la cultura -y la fauna y la flora- autóctona la presencia del corpóreo (el personaje en cartón piedra y a tamaño real, en jerga televisiva) de Isabel madre, toda encajes. Isabel tenía que estar allí -por la cotización- pero no estaba. Porque allí había tambores, lo que tocan los garífuna. Pero?no reguetón. Que es lo que a ella le mueve ahora. El reguetón de Kiko. Amor de madre.

LUNES 9

Z Reinas

Reina no hay solo una. Las dinastías están hasta arriba. Las series de televisión, también. Luego están la reina de las nieves, la reina de los mares, la reina del Chantecler, la reina de Saba, la de la fiesta, la de la casa, la de la copla, la del baile, las reinas de las mañanas, las reinas de belleza... Son títulos que van pasando de mano cada año. Las reinas, decíamos, no son únicas. Con dos excepciones. Una, que seas abeja y vivas en una colmena. O, dos, que seas Isabel Preysler. Esta reina -de corazones- no tiene -desde que se deshizo del cantante universal- quien le robe un plano, quien se interponga entre ella y el objetivo. No piensa en abdicar ni en retiros eméritos y, por no tener, no tiene ni heredera claramente señalada. Tamara no es lo mismo. Tira más a princesa. De cuento. De fábula.

Martes 10

Z Damas y caballeros

UPor lo que se ve -no por lo que se ve, por lo que el caballero airea de la dama, ese tipo de cosas que los caballeros jamás airearían de las damas- Máximo Valverde e Isabel Pantoja vivieron in illo témpore un romance. Tan buen recuerdo guarda Máximo -en adelante, el galán- de lo suyo con Maribel -desde ahora, la tonadillera-, aunque fue breve y hace décadas y décadas, se diría que miríadas, que lo ha convertido en espectáculo, con sus números musicales y todo. Aquello de los artistas, que todo lo que tocan lo vuelven arte. El galán hará de sí mismo. Su mejor papel.

JUEVES 12

Z El coche

Carmencita ha estrenado cochazo. Ducado todavía no, pero novio y coche, sí. Dicen que se la ha visto al volante de uno de alta gama, de esos que valen un pico. Como la llevaron a buenos colegios y de su abuelo cuenta la leyenda -común a casi todos los de lo suyo, por cierto- que era austero, cuanto menos de puertas para afuera, seguro que conoce la regla. La regla de la compra del automóvil es la regla 20/4/10. A saber: paga de entrada al menos el 20%, no lo financies más allá de cuatro años y que los gastos mensuales no superen el 10 % de tu sueldo. Ah, calla, que la mujer acaba de heredar una buena heredad, fruto de la austeridad de la familia. Y no tiene nómina, ni la ha tenido nunca. Ni eso, ni delantal, ni chándal.

VIERNES 13

Z La letrada

La última hora del culebrón representante-representada es el fichaje, por parte del perdedor de la causa, de la abogada [sic] "terror de La Fábrica de la Tele" y, para más currículum, defensora del honor de Agustín Pantoja y reciente divorciadora -si tal existiera- de Chabelita y Alejandro Albalá. El culebrón, a lo tonto, dura casi dos años y medio. Como todo buen culebrón, se ha metido en nuestras vidas, en nuestro día a día, como Toñi Moreno o las cápsulas de café. Con los representantes y las representadas pasa igual, o parecido, que con los culebrones, los programas diarios y las cápsulas: te los dosifican y te vas enganchando sin darte cuenta. Y, del mismo modo, pasan del amor al odio, del apego a la traición, del negocio al ocio y del plató al juzgado sin solución de continuidad. Ándense con ojo, que con los letrados de postín pasa tres cuartos de lo mismo. ¿O no recuerdan lo de Alba Carrillo y Teresa Bueyes?