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Reflexión

Sórdida manada

Fiesta y desenfreno son los caldos de cultivo de uno los acontecimientos más convulsos que ha protagonizado la sociedad española en los últimos tiempos. El caso de la manada, los cinco jóvenes acusados de violar presuntamente a una joven de 18 años en los Sanfermines de 2016, está visto para sentencia. Relación forzosa o consentida serán clave para el dictamen final. El tribunal, en audiencia pública, ratificará hoy que los acusados participaron en una repulsiva orgía con final en violación forzada o, por contra, absolverá a unos juerguistas descerebrados, que penetraron a una joven, bajo su consentimiento en grupo, durante 20 minutos. En este hipotético caso se echarán por tierra los argumentos de la defensa y pondrá en evidencia que la fiestera es una persona especialmente libidinosa. Una joven que decidió por voluntad propia unirse a una desbocada manada ávida de excesos. Pero, si el mazo de la justicia considera culpables a estos indeseables amigos, las penas superarán los 25 años de cárcel. La sentencia, no obstante, ya fue firmada por la opinión pública desde el primer día de conocerse la trama. Pocos juicios han soportado una presión tan fuerte como éste. Sobre todo, tras trascender que los magistrados habían admitido como prueba los informes de detectives de la defensa sobre la actividad aparentemente normal de la chica al subir fotos y comentarios después de los hechos a las redes sociales. Incluso, a raíz de esto nació el movimiento Yo sí te creo en apoyo de la presunta víctima. Tanto la defensa como la acusación dicen estar convencidos de su particular victoria y anuncian apelaciones si el veredicto no es el esperado. No es difícil barruntar que la última palabra sobre la manada la tendrá el Tribunal Supremo. Pase lo que pase, sea lo que sea, los protagonistas de esta historia son actores principales de una sociedad que fracasa de forma estrepitosa. Sociedad putrefacta que ha disparado todas las alarmas. En definitiva, en la manada hay poco que dirimir, todo viene dado, se aúnan voluntades que acaban por anular voluntades, todas a una para obtener el mismo objetivo y bajo la cobarde protección del grupo. La acción de la manada ratifica por desgracia y sin retorno la violación de la educación y los valores en España. Sórdida manada.

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